La policía ha detenido a Luis Carlos Uribe Duarte, dueño del Hospital Santé, una de las cuatro clínicas privadas de la ciudad de Durango donde se propagó el brote de meningitis que ya ha matado a 36 personas, 35 mujeres y 1 hombre, según la Secretaría de Salud. El presunto culpable fue arrestado durante la tarde del domingo, pero la noticia ha sido confirmada este lunes por el gobernador del Estado, el priista Esteban Villegas. Uribe Duarte, el cuarto apresado por el caso, se encontraba en busca y captura desde el pasado 5 de diciembre, cuando la Fiscalía estatal aseguró que la enfermedad fue causada por “los procedimientos aplicados en los hospitales”: Santé, del Parque, Dikcava (que funcionaba sin licencia) y San Carlos. En ese momento, el Ministerio Público emitió siete órdenes de aprehensión contra los responsables de los centros médicos. Uribe Duarte es el primero en caer de los siete.
Sin embargo, otras tres personas, que no formaban parte de esas primeras siete órdenes de captura, fueron detenidas a principios de febrero también por su presunta implicación en el brote: Joaquín Antonio Gardeazabal Niebla, exdirector de la Comisión para la Protección Contra Riesgos Sanitarios del Estado de Durango (Coprised); Guadalupe N., la trabajadora del Coprised que se encargó de realizar un control de calidad en los hospitales y no alertó de ninguna irregularidad; y Omar N., un anestesiólogo que fue considerado por la Fiscalía como el principal responsable, ya que trabajó en las cuatro clínicas y, según el Ministerio Público, utilizaba sus propios medicamentos, que fueron el origen del hongo que causó la infección.
Según ha asegurado Villegas, Uribe Duarte fue arrestado en Durango gracias a una denuncia ciudadana. El dueño del Hospital Santé huyó cuando la orden de captura fue emitida, pero, de acuerdo con el gobernador del Estado, regresó a la ciudad, donde fue reconocido por un vecino que alertó a la Fiscalía. “La probable responsabilidad le resulta por no haber dado cumplimiento a la Ley General de Salud y al haber sido omiso en su actuar, como administrador y copropietario, pues se provocó el que sucediera esta terrible enfermedad donde resultaron contagiadas con un hongo algunas de las pacientes”, ha afirmado la fiscal estatal, Sonia Yadira de la Garza.
El Ministerio Público atribuye a Uribe Duarte la responsabilidad de tres homicidios, “tres víctimas que perdieron la vida” en el Santé, “y otra que se encuentra delicada de salud”, ha sostenido Yadira de la Garza. El presunto culpable fue también director general del Hospital San Carlos, otro de los implicados en el brote. Según una fuente conocedora del caso que prefiere conservar el anonimato, Uribe Duarte dejó la dirección de ese centro después de una pelea entre él, su madre, Dora Manuela Duarte Santiesteban, y su sobrino, Guillermo Enrique Uribe Martínez, otros dos de los siete prófugos a los que busca la Fiscalía, presuntos responsables precisamente por su gestión en el San Carlos.
En la gaceta municipal del ayuntamiento de Durango del 31 de agosto de 2016, de hecho, se identifica a Duarte Santiesteban como responsable también del Hospital Santé, ya que fue la encargada de solicitar un permiso para ampliar la clínica con la construcción de ocho consultas y áreas de servicio. La madre de Uribe Duarte es también hermana del exdiputado del PRI César Humberto Duarte Santiesteban, según la prensa local.
El brote de meningitis de Durango comenzó a mediados de octubre. El hongo que causó la enfermedad apareció primero en cuatro lotes de bupivacaína, un anestésico local. La Fiscalía señaló después de una larga investigación que el medicamento no estaba adulterado de origen: Pisa, la farmacéutica que lo produce, lo distribuye por todo el continente, pero solo hubo casos en Durango. En su lugar, el Ministerio Público sostuvo que fue el mal manejo en los hospitales y el hecho de que los centros médicos permitieran ingresar fármacos ajenos sin un debido control de calidad lo que causó la enfermedad.
Por el camino ya han fallecido 36 personas, mujeres jóvenes en su inmensa mayoría, ya que el fármaco contaminado se utiliza sobre todo en operaciones cortas como cesáreas. La detención ahora de Uribe Duarte supone un leve respiro para las familias de las víctimas, que llevan meses denunciando que la impunidad se ha adueñado del caso. Quedan otros seis sospechosos prófugos de la justicia.
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