Emmanuel Macron no se ha andado con rodeos en China. En su primer encuentro con Xi Jinping, celebrado este jueves en Pekín, el presidente de Francia ha dejado claro al mandatario de la segunda potencia mundial cuál es el principal motor de su visita: “Sé que puedo contar con usted para hacer volver a Rusia a la razón y a todos de vuelta a la mesa de negociaciones”, le ha dicho tras recordarle que “la agresión rusa en Ucrania ha asestado un golpe a la estabilidad” global.
La visita de Estado de Macron ha sido acogida con todos los honores, con la plaza de Tiananmen engalanada, paseíllo frente a la banda militar y la bandera francesa clavada ante el edificio del Gran Salón del Pueblo, donde el Gobierno chino suele celebrar los grandes actos políticos. Allí lo ha recibido Xi, ante la imponente escalinata. “El mundo actual está experimentando una profunda transformación histórica”, le ha confiado el presidente chino a su homólogo francés, según la nota oficial del encuentro ofrecida por Pekín, en la que no hay ninguna referencia directa a Ucrania.
El comunicado chino sí recoge cómo Xi ha recordado que ambos países son miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, además de “firmes defensores de un mundo multipolar y de una mayor democracia en las relaciones internacionales”, y emplaza a la responsabilidad de ambos para “superar las diferencias y los obstáculos” y “practicar un verdadero multilateralismo para la paz, la estabilidad y la prosperidad mundiales”.
Macron ha añadido que es necesario encontrar “una paz duradera” en Ucrania “que respete las fronteras internacionalmente reconocidas y evite cualquier forma de escalada”, según el comunicado del Elíseo. “Creo que este es también un asunto importante para China, tanto como lo es para Francia y para Europa”.
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Impulso en los lazos bilaterales
El presidente chino también ha valorado cómo a pesar de la distancia impuesta por la pandemia, ambos países han logrado mantener “un impulso de crecimiento positivo y sólido en sus lazos bilaterales”. Y ha destacado que la visita “dará un nuevo impulso y vitalidad a las relaciones entre China y Europa”, según la lectura oficial de Pekín.
Macron ha coordinado su visita con la de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, que ha venido precedida por un discurso mucho más duro que el del francés. Ambos aterrizaron el miércoles, en vuelos separados. Una semana antes de viajar a Pekín, la dirigente comunitaria acusó al gigante asiático de tratar de moldear el orden internacional a su medida.
Aun así, China ve en la avanzadilla diplomática del Viejo Continente —el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, estuvo en Pekín la semana pasada— signos de una recuperación en las relaciones con la Unión Europea, y cierto acercamiento frente a la distancia cada vez más profunda con Estados Unidos.
Macron y Von der Leyen tiene previsto celebrar esta tarde (mañana española) un encuentro trilateral con Xi, a lo que seguirá después una cita cara a cara entre la jefa del Ejecutivo comunitario y el presidente chino.
Tanto Macron como Von der Leyen se han visto durante la mañana del jueves con el primer ministro chino, Li Qiang. Al dirigirse a Macron, Li le ha comentado que era el primer líder de una gran nación occidental en ser recibido por China tras el inicio del tercer mandato de Xi como presidente chino. “Esto demuestra la importancia de las relaciones China-Francia”, le ha dicho el primer ministro Li en su discurso de apertura, según ha recogido el diario hongkonés South China Morning Post.
En este encuentro, que suele funcionar como preámbulo a la cita con Xi, Macron también ha evocado la guerra en Ucrania y la cuestión del acceso de las empresas francesas al mercado chino, “en particular en los sectores aeronáutico, agroalimentario y financiero”, según ha informado el Ejecutivo francés a través de un comunicado. Macron ha viajado a China acompañado de una comitiva bien nutrida de empresarios de grandes compañías, como la aeronáutica Airbus, la empresa de energía pública EDF, la multinacional de gestión de aguas Voelia y la corporación de servicios eléctricos y ferroviarios Alstom. En ella hay figuras relevantes de todos los sectores, como el cineasta Jean-Jacques Annaud.
En su encuentro con el primer ministro chino, la presidenta de la Comisión ha tirado de legado familiar para hablar de la interdependencia económica entre China y la UE. Ha recordado los viajes al gigante asiático de los que le hablaba su padre, que fue ministro presidente del Estado federado de Baja Sajonia, y en los que firmó un acuerdo de cooperación con una provincia china. “Fue uno de los muchos impulsos para las relaciones muy profundas y amplias que China y la UE han establecido en este tiempo”. Ambos, ha señalado, se han beneficiado de una relación que se ha vuelto recientemente “más compleja”. Y ha reclamado una discusión sobre “todos los aspectos” de esos lazos. “Esto ayudará a la Unión Europea y a China a navegar un entorno geopolítico complejo y volátil”.
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