Maduro y Petro se reúnen por sorpresa después del malentendido con el alto al fuego del ELN

Nicolás Maduro y Gustavo Petro se van a reunir este sábado por sorpresa después del malentendido con el ELN sobre el alto al fuego. Los presidentes de Venezuela y Colombia almorzarán en Caracas, en el Palacio de Miraflores, a las dos de la tarde. Sobre la mesa hay temas como el control de la frontera, la discusión de la inclusión de Venezuela en el sistema interamericano de derechos humanos, la fecha de las elecciones presidenciales, pero el asunto principal será el proceso de paz con la guerrilla, cuyo primer ciclo de conversaciones se celebró en Caracas. El futuro de esa negociación está en juego.

Petro necesita un golpe de mano después de empezar el año con un movimiento en falso. El último día de 2022 anunció la tregua con el ELN, pero tres días después los dirigentes de la guerrilla le rectificaron: en realidad no habían llegado a ningún pacto. Los propios negociadores de Petro explicaron que el asunto todavía se estaba discutiendo y que el presidente se había precipitado. Su viaje a Caracas debe servir para revertir esta situación e impulsar el proceso que, en teoría, va a continuar en México.

El presidente colombiano viaja acompañado del canciller Álvaro Leyva, de la jefa de gabinete Laura Sarabia, el embajador colombiano en Washington, Luis Gilberto Murillo, y del ministro de comercio, Germán Umaña. Allí les espera el embajador en Caracas, Armando Benedetti. Petro se verá con un Maduro más afianzado que nunca en la escena internacional, en medio de un proceso de apertura política y con la oposición viviendo una nueva crisis política. Hace 24 horas nombró un nuevo canciller y un nuevo presidente de PDVSA, dos puestos clave de su Gobierno.

Maduro y Petro se encontraron por primera vez el 1 de noviembre del año pasado. El colombiano ha hecho todo lo posible por normalizar las relaciones con Venezuela después de cuatro años anteriores de tensión con los presidentes colombianos que le antecedieron. A cambio, ha insistido en que el chavismo regresara a la mesa de negociación con la oposición en México —de ahí tiene que salir una fecha y la garantía de que se van a celebrar unas elecciones presidenciales venezolanas libres— y considera prioritario que regrese a los organismos regionales, principalmente el Sistema Interamericano de Derechos Humanos. Cara a cara, Petro le habló a Maduro de la necesidad de fortalecer las democracias liberales en Latinoamérica. Gente cercana a Maduro criticó después en redes sociales la injerencia de Petro por su referencia velada a la política interna venezolana.

Los países también están impulsando nuevos acuerdos energéticos. Como adelantó este periódico ayer, Ecopetrol, la petrolera estatal colombiana, ha pedido permiso la Oficina de Control de Bienes Extranjeros (OFAC), conocida como la lista Clinton, para hacer negocios con PDVSA. Pide una licencia parecida a la que obtuvo Chevron con la que poder operar sin ser sancionada por Washington.

El encuentro de Petro con Maduro se produce después de que se reuniera hace unos días con Lula, horas después de su toma de posesión como presidente de Brasil, y dos días antes de que se encuentre con Gabriel Boric en Chile. El presidente colombiano ha tratado de impulsar su capacidad de influencia y liderazgo en la región.

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