El Chinchi, 112 kilos de delantero; El Orejas, veterano y líder espiritual del equipo, más de 12 años defendiendo los colores; Little Chicken, hijo de los dueños del bar del pueblo; y Willy, en capilla para su boda con Sandra. Son algunos de los protagonistas de Maribáñez, el peor equipo del mundo, un docureality con el que Mediaset —junto con la productora Señor Mono— quiere revitalizar el prime time de la cadena Cuatro. Un proyecto audiovisual costumbrista en el que el fútbol es la excusa “para conocer un pueblo, el día a día de la gente normal”, explica el director del programa, Nacho Medina.
¿Y qué es Maribáñez? Una tranquila pedanía a 22 kilómetros de Sevilla con poco más de 1.000 habitantes, localidad agrícola perteneciente al municipio de Los Palacios que cuenta, seguramente, con los mejores tomates de la Baja Andalucía pero también, con “el peor equipo del mundo”. 25 almas puras a las que Mediaset les coloca de frente la cámara para amplificar sus pequeñas alegrías y miserias, todo trufado con el sueño aspiracional de superación de un equipo de fútbol base —que actualmente juega en la Tercera Andaluza— con más rodillas desolladas que goles en el marcador.
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“El hilo argumental fino es el fútbol pero hay varias tramas: la del portero suplente Willy y su novia, Sandra, que se van a casar. Los dos gorditos del equipo, el Chinchi, pinche de cocina del Burger King del pueblo que regenta junto a su pareja Enma; la historia del entrenador y su mujer Chelo, que quiere recuperar su amor de juventud y que su marido la lleve de viaje por Europa; Miguelito el dormilón, que llega con los sellos de la discoteca al entrenamiento…. Cuando vimos a los jugadores en persona, sabíamos que teníamos oro puro: la capacidad de reírse de todo y con todo, de convertir en risa los dramas de la vida diaria”, repasa Medina.
Por Maribáñez, el peor equipo del mundo desfilan camareros, carretilleros, un peón de obra, peluqueras, una cuidadora de ancianos… Son gentes del campo, unidos por su afición al fútbol. “Es lo más parecido al realismo mágico de García Márquez: nosotros le ponemos la lupa a la realidad de su pueblo, a sus vidas cotidianas. Todos son jornaleros del balón, que pagan por jugar al fútbol. Juanjo El Orejas lava la ropa en su casa y su madre cose los escudos de las camisetas a mano, es un equipo artesanal, de arena”, insiste el director del programa.
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El reto estará, a lo largo de sus seis entregas, en conseguir que este grupo de aficionados al fútbol que levantan a duras penas la vida del club del pueblo, se conviertan en lo más parecido a futbolistas profesionales y puedan saltar de categoría. Y es ahí donde Mediaset plantea la trama: la vida diaria de Maribáñez se va a ver alterada por un personaje que irrumpe en el pueblo y les planta este desafío: el televisivo Cristóbal Soria, el Tito Soria, como ya le llaman en la localidad, “amante de las causas perdidas”.
“Cristóbal llega como llega el maná, y tiene ante sí siete meses para hacer patente la evolución y el cambio de los jugadores y del propio equipo. Eso es lo bonito del programa: Soria convive con ellos, con sus momentos de sonrisa, de felicidad, también con los amargos”, apunta Nacho Medina.
El histórico delegado de campo del Sevilla F.C. —colaborador en programas de televisión como El chringuito junto a Josep Pedrerol, en La Sexta— asume así el reto de dar un giro de 180 grados al club, rodeándose de un equipo de especialistas en dirección deportiva, preparación física, nutrición, psicología, comunicación y redes sociales.
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Entre los profesionales que se pondrán a disposición del Maribáñez F.C. se encuentra el doctor Antonio Escribano, “responsable de las grandes transformaciones de deportistas y actores de este país”, para que los jugadores aprendan a jugar y adelgazar; la preparadora física Alicia Romero —que causará más de un dolor de cabeza entre las mujeres de los jugadores— y la periodista Sofía Irazusta, experta en redes sociales, a la que Cristóbal Soria le propone el encargo de “colocar al Maribáñez en el mapa mundial”. Este grupo de élite contará también con el apoyo puntual de Monchi, uno de los directores deportivos más reconocidos de Europa, y de futbolistas y exfutbolistas de máximo nivel profesional.
Historias de superación, lucha y amor en torno al deporte rey se intercalarán con pintorescas situaciones protagonizadas por los peculiares integrantes del Maribáñez F.C., en esta localidad en la que prácticamente todos sus habitantes tienen o han tenido vínculos con el club.
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