El hotel en el que se encuentra alojada la delegación de la Confederación Africana de Fútbol (CAF) en Kigali (Ruanda) fue el escenario escogido por Marruecos para anunciar que se suma a la candidatura de España y Portugal para organizar el Mundial de 2030. “Anuncio ante vuestra asamblea que el Reino de Marruecos ha decidido, con España y Portugal, presentar una candidatura conjunta para albergar la Copa del Mundo de 2030″, anunció el monarca marroquí, Mohamed VI, mediante un mensaje leído por el Ministro de Educación y Deportes, Chakib Benmoussa.
Kigali es la sede del Congreso de la FIFA, que este jueves reelegirá a Gianni Infantino como presidente para los próximos cinco años. Según testigos presentes en los corrillos que forman los presidentes federativos de todo el mundo, se interpretaba que el movimiento de sumar a Marruecos puede ser decisivo para el éxito de la candidatura en la que en un principio estaba incluida Ucrania.
La reciente exclusión de la exrepública soviética de la candidatura ibérica por injerencias de su Gobierno al suspender al presidente de su federación de fútbol, Andriy Pavelko, por presunta malversación de fondos, ha abierto las puertas a Marruecos. Según la Federación Española de Fútbol, la salida de Ucrania es independiente de la adhesión marroquí al proyecto y no es definitiva. Podría reincoporarse si cesan las citadas injerencias, algo improbable salvo que Pavelko deje de estar imputado por facturar con sobrecostes la construcción de campos de hierba artificial con dinero procedente de la UEFA. Sin embargo, el organismo europeo no sancionó a Pavelko. Tampoco la FIFA. No hay ningún impedimento legal para que Ucrania pueda permanecer en la candidatura. Los pliegos de requisitos no se publicarán hasta junio.
En su momento, la incorporación de Ucrania se interpretó como un golpe definitivo para que España y Portugal ganaran la carrera para organizar el Mundial de 2030. No ha sido así y la pujanza de la candidatura que proyecta Arabia Saudí junto a Egipto y Grecia ha forzado a la federación española y a la portuguesa a buscar un nuevo aliado que divida el voto africano. La sede organizadora de la Copa del Mundo se designa mediante el voto de todas las federaciones que componen la FIFA (211). Normalmente, cada confederación continental vota en bloque y Arabia Saudí sumaría 101 votos de salida solo entre África (54) y Asia (47). Como mínimo, la inclusión de Marruecos pretende disuadir a Arabia Saudí para que renuncie a la carrera por organizar el Mundial de 2030 y compita por el de 2034.
Puedes seguir a EL PAÍS Deportes en Facebook y Twitter, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.
