Cuatro soldados de la Marina han sido detenidos este martes y puestos a disposición de la Fiscalía General por estar vinculados con el presunto delito de tráfico de migrantes, según han informado las autoridades. Fueron descubiertos escoltando un vehículo en el que viajaban dos personas de nacionalidad rusa, en las calles de Salina Cruz, al sur del Estado de Oaxaca, cerca de la frontera con Guatemala. Unos meses antes de la invasión de Rusia en Ucrania aumentó el flujo de migrantes rusos que intentan entrar en Estados Unidos a través de México. La represión del Kremlin y el miedo a ser reclutados para la guerra de Vladímir Putin, el presidente ruso, impulsó a muchas familias a buscar la manera de salir del país.
Las autoridades localizaron en un hotel 12 migrantes rusos y están revisando su situación migratoria en México. Los soldados detenidos estaban trabajando en esos momentos para la Guardia Nacional. Desempeñaban labores de apoyo a la seguridad pública. La Secretaría de la Marina ha lamentado los hechos y se ha comprometido a impedir en todo lo posible albergar entre sus tropas a elementos que incurran en delitos de esa índole. No han dado información sobre la relación entre los rusos encontrados en el hotel y los que estaban siendo escoltados en el vehículo. El comunicado emitido tampoco se refiere a la situación migratoria en la que estaban estos migrantes.
Semanas y meses antes de que Putin declarase el comienzo de la invasión de Ucrania, México empezó a acoger en números cada vez mayores a un tipo de migrante al que no estaba acostumbrado: hombres y mujeres, familias enteras que llegaban de Rusia con un solo objetivo: huir de la represión de un régimen desbocado. Entre los meses octubre de 2021 y enero de 2022, las autoridades fronterizas de Estados Unidos detuvieron a 6.400 rusos en su frontera sur. En cuatro meses detuvieron a más personas que en todo el 2021. La posterior invasión solo hizo que ese flujo aumentase. Desde que Putin anunció la obligatoriedad de presentarse para el reclutamiento en septiembre de 2022, más de 22.000 rusos han intentado ingresar a Estados Unidos a través de la frontera que tiene con México, según la oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de ese país.
Esta migración contrasta con el perfil más habitual que intenta cruzar México para llegar a Estados Unidos. La mayoría de los viajeros son haitianos, venezolanos o guatemaltecos, como la mayoría de los que fallecieron en el incendio que tuvo lugar este lunes por la noche en un centro del Instituto Nacional de Migración. Los migrantes que fueron detenidos y encerrados con llave en el recinto temían la deportación, así que incendiaron unos colchones a modo de protesta. Las autoridades todavía deben determinar las responsabilidades, pero en los vídeos publicados se puede ver a los migrantes asediados por las llamas, y a los guardias de seguridad salir del recinto sin abrir las verjas para que pudieran escapar. El Instituto Guatemalteco de Migración confirmó que 28 de los muertos eran de Guatemala. El resto de las víctimas eran de Honduras, según el canciller Tony García. Varias ciudades al norte y sur del país están registrando este martes protestas de migrantes a raíz de lo sucedido.
La región vive un flujo migratorio sin precedentes. Solo en 2022 fueron detenidas en la frontera norte de México 2,76 millones de personas y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) afirma que el flujo migratorio aumentó un 8% en territorio mexicano. Los agentes fronterizos de Estados Unidos detuvieron, solo en diciembre del año pasado, a 251.487 personas. Esto supone más de 8.000 personas al día. Pese a las restrictivas políticas implantadas por la administración del anterior presidente, Donald Trump, y avaladas por el actual gobierno de Joe Biden, parece imposible frenar las ansías de prosperidad (o la necesidad de huir de la pobreza y la violencia) de migrantes de todo Latinoamérica.
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