El cabildeo de los empresarios ha surtido efecto. El dictamen de la reforma de las vacaciones que se discutirá el martes en las comisiones de la Cámara de Diputados incluye una modificación importante a la propuesta ya aprobada en el Senado. Los trabajadores deberán tomar por lo menos seis de los 12 días de golpe. Para el resto, sin embargo, tendrán que “pactar” con el patrón. Desde que se votó en el Senado, las asociaciones patronales han protestado contra la posibilidad de que los empleados puedan tomar todos los días de forma continua por el costo económico que, según ellas, esa medida supondría para las pequeñas y medianas empresas.
La propuesta original, impulsada por Movimiento Ciudadano y aprobada por unanimidad en el Senado a principios de noviembre, contemplaba que los trabajadores que cumplieran un año en una empresa tuvieran 12 días de vacaciones, en lugar de los seis actuales. A partir de entonces, por cada año trabajado sumarían dos días hasta llegar a 20. Además, la reforma obligaba a los trabajadores a tomar esos días de manera continua.
Tras la votación en el Senado, la propuesta ha sido objeto de una discusión más intensa en la Cámara de Diputados. Las asociaciones patronales han alertado de que la reforma subiría los costos laborales hasta un 4% y sería insostenible para las pequeñas empresas que no tuvieran suficiente personal con que cubrir los huecos. Los sindicatos de sectores como el de la restauración también se acercaron a los diputados para señalar que la obligación de tomar 12 días de forma continua les privaría de las propinas, y pidieron mayor flexibilidad.
Como demuestra el dictamen, las quejas empresariales y las de algunos sindicatos han calado entre los diputados de la mayoría formada por Morena y los partidos aliados. El presidente de la Comisión de Trabajo, Manuel Baldenebro, ya reconoció a este periódico la semana pasada que estaban “escuchando voces del sector patronal”, aunque afirmó que se abría a flexibilizar la forma cómo se tomaban las vacaciones solamente para que los empleados, no los empresarios, tuvieran más libertad de decisión. “Que los trabajadores tengan la potestad de tomar unos días aquí y otros allá, si hay situaciones de emergencia”, señaló.
Sin embargo, el resultado de las discusiones reflejado en el dictamen da a los empresarios mucho margen para determinar la distribución de los días. Aunque “por lo menos” seis de los 12 se tendrán que tomar de forma continua, si un empleado los quiere todos de golpe deberá negociarlo con el patrón. “Las personas trabajadoras tendrán la potestad y el derecho de pactar con el patrón la forma y tiempos en el que disfrutarán los días de vacaciones que tengan a su favor, ya sea de forma continua o parcial”, reza la modificación del artículo 78.
Al diputado Sergio Barrera de Movimiento Ciudadano, uno de los impulsores de la medida, el párrafo modificado le parece “ambiguo” y espera que sea eliminado durante la discusión de este martes en comisión. “Queremos que los trabajadores tengan la opción de decidir si quieren o no tomar sus días de forma continua conforme a sus necesidades, no que el patrón también pueda decidir”, dice. “No es la forma como queríamos que saliera, pero también entendemos que lo más importante es que sea aprobada aún con cambios”.
Del otro lado, Lorenzo Roel, representante del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), ve con buenos ojos la nueva propuesta y asegura que las modificaciones benefician tanto a los empresarios como a los empleados. “En algunos casos, va a haber momentos en el que el trabajador, conforme a sus necesidades, se vaya los 12 días (continuos), pero eso ya será de común acuerdo entre patrón y trabajador”, comenta. Aunque los empresarios también pugnaban por una aplicación escalonada de la ampliación de los días de vacaciones, con solo un aumento a nueve días en 2023 y uno más el siguiente año hasta llegar a 12 días en 2026, esta petición no ha sido escuchada por los diputados.
El Congreso tiene ahora 10 días antes del final del periodo de debates para votar la reforma y que entre en vigor el 1 de enero, como estaba previsto originalmente. Según el calendario manejado por los partidos políticos, el dictamen se discutirá y votará este martes en la Comisión de Trabajo y el jueves en el pleno. Si esto se logra, todavía habrá tiempo de devolverla al Senado y votarla con las modificaciones antes del 15 de diciembre.
México es el país de América Latina donde los trabajadores tienen menos vacaciones, incluso se encuentra por debajo de Cuba, Nicaragua y Panamá, donde tienen 30 días de descanso. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) fija en 18 días de asueto, el nivel óptimo de descanso. En la exposición de motivos del dictamen, los legisladores aseguraron que el 75% de mexicanos padece fatiga por estrés laboral, superando a países como China y los Estados Unidos, por lo que cambiar la forma en la que se ve el trabajo mejoraría la calidad de vida de los ciudadanos.
Suscríbase aquí a la newsletter de EL PAÍS México y reciba todas las claves informativas de la actualidad de este país