El Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) lleva días presionando al Partido de la Revolución Institucional (PRI) con el desafuero de su presidente, el diputado Alejandro Alito Moreno. “Yo creo que sí tendremos noticias antes de que termine este periodo ordinario de sesiones, el 15 de diciembre”, ha dicho este miércoles Ignacio Mier, coordinador del partido gobernante en el Congreso de los Diputados, en una entrevista televisiva en El Financiero Bloomberg. La Fiscalía del Estado de Campeche, donde Moreno fue gobernador, le investiga por presunto enriquecimiento ilícito y el desafuero le abriría la puerta a vincular a proceso al líder priista. La jugada morenista llega a días de comenzar el debate por la reforma electoral, que fue aplazado hasta el 6 de diciembre.
El desafuero de Moreno se ha vuelto una carta importante en la negociación entre el PRI y Morena. La medida parecía paralizada en el Congreso después de que el presidente priista cerrara filas con el partido de gobierno en el tratado de la ley que mantenía al Ejército en las calles hasta 2028. Pero un nuevo giro político de Alito dinamitó esa alianza —al menos de momento—, cuando optó por apoyar la manifestación a favor del Instituto Nacional Electoral, que protesta contra la propuesta de reforma electoral del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
La jugada le sirvió al PRI para restablecer su alianza con el resto de la oposición, que venía golpeada por el anterior debate parlamentario. Esa unificación puso en duda por primera vez la viabilidad de sacar adelante la reforma de López Obrador después de que las dirigencias del PAN, PRI y PRD anunciaran sus votos en contra. El presidente anunció entonces “un plan B”, que consistía en proponer modificaciones a leyes secundarias, y no reformas constitucionales, que necesitan dos tercios de ambas cámaras legislativas.
Mientras Morena evalúa sus opciones para sacar adelante la gran apuesta del presidente en materia electoral, el partido utiliza el desafuero para presionar al dirigente priista. La llave para que se le retire la inmunidad parlamentaria y puedan la justicia pueda avanzar contra Moreno está en la composición de la comisión legislativa que trata el asunto, formada por dos morenistas, un panista y un priista. Los votos de los diputados del partido en el Gobierno serán clave.
Tras las primeras declaraciones, el coordinador de Morena ha señalado que no se trata de una intención partidarias, sino de los tiempos judiciales que tiene un proceso de desafuero dentro del Congreso, y ha descartado que esté vinculada a las negociaciones por la reforma electoral. “Es en realidad un proceso con características jurisdiccionales que tiene tiempos y uno de los tiempos, de las etapas del proceso es que a más tardar el 15 de diciembre las integrantes y los integrantes de la Sección Instructora deberán solicitar pasar a la siguiente etapa”, ha dicho este jueves.
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