‘Motomami’ triunfa en la noche de los Grammy Latinos | Cultura

Noche de sorpresas en Las Vegas. Pintaba para que arrasara Bad Bunny y Un verano sin ti. Pero el Álbum del año ha sido Motomami, de Rosalía. Aclamado por la crítica y éxito de ventas, el disco de la catalana ha triunfado en los Grammy Latinos. Sorprendida con la decisión de la Academia Latina de la Grabación, Rosalía admitió las dificultades que le dio el que ha sido considerado una obra maestra. “Es el disco que más me he tenido que pelear para hacer, pero el que más alegrías me ha dado”, dijo sobre el escenario. Rosalía conquistó cuatro gramófonos, pero el gran ganador de la noche fue Jorge Drexler, quien conquistó seis. “Yo pensé que Jorge iba a ganar [Álbum del año]”, bromeó la cantante de La fama.

Enfundada en un traje de látex negro de cuerpo completo, Rosalía, de 30 años, dio una de las actuaciones en vivo más electrizantes. Con una estética de dominatrix, o de la caricatura de culto Aeon Flux, la catalana interpretó Hentai y Despechá. Motomami se llevó Mejor Álbum de Música Alternativa, Ingeniería de Grabación y Diseño de Empaque. “Pensaba en otras mujeres que han hecho discazos, los que ha hecho Björk, Kate Bush y Patti Smith… Si ellas lo han hecho, quiere decir que se puede”, dijo ante la prensa. La cantante fue protagonista de uno de los momentos televisivos de la noche al perrear frente a las cámaras con su novio, Rauw Alejandro, a quien dedicó el premio de la noche y llamó el amor de su vida.

Jorge Drexler ha sido el encargado de recordar que no todo es reggaetón. La versatilidad del uruguayo quedó demostrada sobre el escenario, donde cantó Tocarte, el sencillo que lanzó junto a C. Tangana. El tema fue nombrado Grabación del año, una de las categorías más importantes. “Esto era realmente inesperado”, admitió Drexler, quien tenía en su quiniela a Bad Bunny. Agradeció a la distancia a Pucho, quien se encuentra de gira por Latinoamérica. Drexler tocó su premiado tema con un reemplazo de lujo, Elvis Costello, quien cargó de riffs eléctricos el número de un cantautor que prefiere el desenchufado.

La fluidez de Drexler con los géneros fue avalada por sus pares de la Academia. El músico recogió el premio a Mejor Canción en Lengua Portuguesa por Vento Sardo, que grabó junto a la carioca Marisa Monte. También lo hizo por Álbum de Cantautor por Tinta y Tiempo, una categoría en la que no ganaba desde hace cuatro años, cuando lo logró con Salvavidas de Hielo. Con siete Grammy conseguidos esta noche, el compositor suma trece galardones en su cuenta personal. “Es una exageración maravillosa”, dijo un emocionado Drexler. “La vida me continúa sorprendiendo. Yo no esperaba nada”, añadió después.

En la categoría de Mejor Canción Pop, La guerra de la concordia, de Jorge Drexler, empató con Tacones Rojos, de Sebastián Yatra. La canción ocupó durante varios meses los primeros puestos en las listas de éxito de Iberoamérica. Esta noche la interpretó en vivo sobre el escenario junto al estadounidense John Legend. Después de haber gozado un enorme éxito gracias a Dos Oruguitas, de la película Encanto, Yatra se llevó también Mejor Álbum Vocal Pop por Dharma. Son los primeros dos Grammy Latinos para una estrella en ascenso del pop latino.

El de pop no fue el único empate de la noche. Lo hubo también en la improbable categoría de Mejor Artista Nueva. La audiencia vio por primera vez en la historia a una nonagenaria recoger un galardón casi siempre reservado para artistas cuyas trayectorias están en pañales, como la de la mexicana Silvana Estrada, una de las recipientes. El público en el casino Mandalay Bay, no obstante, ovacionó de pie a Ángela Álvarez, quien abandonó en 1962 La Habana tras el triunfo de la revolución cubana y se dirigió a la Luisiana, en Estados Unidos. Su padre no la dejaba cantar de niña, pero su esposo, fallecido desde hace años, la motivó a seguir componiendo y cantando. Su primer álbum, con temas escritos desde hace décadas, fue producido por su nieto. Su historia ha sido contada en el documental Miss Angela e impulsada por el actor Andy García. “Aunque la vida es difícil, siempre hay una salida. Nunca es tarde”, afirmó Álvarez ante los micrófonos.

Bad Bunny fue el gran ausente. Conquistó cinco de las diez categorías a las que aspiraba con su disco Un verano sin Ti. Con una incipiente carrera en Hollywood y a la conquista del mercado anglosajón, parece estar enfocado en otra liga. No acudió porque continúa con su histórica gira World’s Hottest Tour. El puertorriqueño ganó los galardones de Mejor Álbum de Música Urbana, Interpretación Urbana, Interpretación Reggaetón (junto a Tainy y Julieta Venegas); Canción de Rap, por De Museo y Canción Urbana, por su éxito Titi me preguntó. En agosto se convirtió en el primer latino que vendió totalmente una gira por Estados Unidos en arenas y estadios. El conejo desplazó de esta forma a Los Bukis, una sensación grupera que se reunió tras la pandemia. El líder de este grupo mexicano, Marco Antonio Solís fue nombrado Persona del año 2022 esta edición de los Grammy.

Un Verano sin Ti ha logrado un hito. Remolcó las ventas del género latino, que creció un 23% este año, de acuerdo a un informe reciente de la industria. Las ventas de música en español sumaron 510.000 millones de dólares en los primeros seis meses de 2022, 200 millones más que hace dos años. “El álbum de Bad Bunny ha sido el más escuchado este año entre todos los géneros, ¡ese es el poder de a música latina para alcanzar y conectar con las audiencias globales!”, indica el documento de la RIAA, la Asociación de la Industria Estadounidense de la Grabación. Bad Bunny es el rey a la espera de ser destronado por Taylor Swift y su Midnights. El martes hizo historia al colocar un álbum enteramente en español en la categoría de Álbum del Año en los Grammy anglosajones, que serán entregados en febrero de 2023.