Cormac Roth, músico e hijo del actor Tim Roth y la exdiseñadora Nikki Butter, murió el pasado 16 de octubre a los 25 años, a causa de un cáncer diagnosticado en noviembre de 2021. La familia lo anunció casi dos semanas después, el lunes 31, a través de un comunicado en el medio estadounidense especializado en entretenimiento Variety. “Era una bola de energía salvaje y eléctrica y su espíritu estaba lleno de luz y bondad”, ha dicho la familia en el comunicado. “Tan salvaje como era, Cormac también era la encarnación de la bondad. Un alma gentil que trajo felicidad y esperanza a quienes lo rodeaban. El dolor viene en oleadas, al igual que las lágrimas y la risa, cuando pensamos en ese hermoso niño a lo largo de los 25 años y 10 meses que lo conocimos. Un niño incontenible, alegre, salvaje y maravilloso. Recientemente un hombre. Lo amamos. Lo llevaremos con nosotros dondequiera que vayamos”.
Cormac Roth estudió en Bennington College, una universidad privada de artes en Bennington, Vermont, conocida por tener entre sus exalumnos destacados a escritores como Andrea Dworkin, Bret Easton Ellis o Judith Butler y a actores como Peter Dinklage o Justin Theroux. La especialidad de Cormac Roth era la música: fue guitarrista profesional, compositor y productor.
El pasado mes de julio, el músico compartió con sus seguidores en redes sociales el diagnóstico de su enfermedad unos meses antes: tenía un cáncer de células germinales de estadio III, la etapa previa a la metástasis. “Me ha quitado la mitad de mi capacidad auditiva, 27 kilos, la confianza, y continuará su camino asesino hasta que pueda detenerlo de alguna manera y matarlo”, escribió en su cuenta de Instagram. “Pero no me ha quitado la voluntad de sobrevivir, o mi amor por hacer música. Todavía no me ha derribado. Si tú o alguno de tus seres queridos se ven afectados por el cáncer, no dudéis en comunicaros, porque es una montaña rusa emocional como ninguna otra cosa. Os quiero, por favor, haced las cosas que amáis. La vida es corta. Es el caos. Y nunca sabes cuándo vas a ser tú. Sé bueno y ve al médico. Que le jodan al cáncer”.
Su padre, Tim Roth, ha sido a lo largo de su carrera uno de los actores fetiche del director Quentin Tarantino, participando en películas como Reservoir Dogs, Pulp Fiction, Los odiosos ocho o Érase una vez en Hollywood. En su carrera ha actuado tanto en grandes éxitos comerciales, como El increíble Hulk o El planeta de los simios, como en películas independientes y de menos presupuesto, como como Meantime, de Mike Leigh, o Rosencrantz y Guildenstern han muerto, de Tom Stoppard. Sus dotes interpretativas hicieron que, en 1995, fuera nominado a un premio Oscar como Mejor actor de reparto por su papel de Cunningham en la película Rob Roy, la pasión de un rebelde, la única que logró la cinta protagonizada por Liam Neeson y Jessica Lange. No lo logró: se lo llevó Kevin Spacey por Sospechosos habituales.
Tim Roth ha tenido tres hijos: el mayor, Jack Roth, de 38 años, hijo del actor y la escritora y productora Lori Baker, también se dedica a la actuación. Junto a Nikki Butter tuvo a Hunter Roth, de 27 años, y al fallecido Cormac Roth, el menor de los tres.