Brasil llora este martes a la cantante Rita Lee, reina del rock y de la psicodelia brasileña, que ha fallecido a los 75 años. Estrella del tropicalismo con la banda Os Mutantes, en la carretera y los escenarios desde los revolucionario años sesenta, Lee vendió decenas de millones de discos. Hace dos años le detectaron un cáncer de pulmón. “Falleció el lunes por la noche en su casa de São Paulo rodeada de su familia, como ella deseaba”, dijeron sus allegados este martes al informar sobre su muerte. La noticia inmediatamente se ha convertido en apertura de periódicos e informativos de televisión.
La brasileña Rita Lee Jones —su nombre verdadero— nació en São Paulo la Nochevieja de 1947. Su padre descendía de estadounidenses confederados instalados en Brasil y su madre, de italianos.
Instrumentista, también actriz y escritora, Lee es celebrada por sus compatriotas como una de las mayores compositoras de pop en portugués, como una feminista y defensora de derechos y libertades desde los años de la dictadura, cuando arrancó su carrera artística y la censura era algo cotidiano.
Os Mutantes no fue su primer grupo, sino el primero con el que tuvo fama. La banda de rock psicodélica fue creada en 1966 por tres adolescentes, Lee y los hermanos Arnaldo y Sergio. “Parecían tres ángeles”, escribió Caetano Veloso cuando los vio por primera vez.
Y en aquel mítico 1968, os Mutantes con sus guitarras eléctricas y ella disfrazada de novia embarazada acompañaban a Caetano Veloso cuando levantaron las iras de los puristas más intolerantes con su canción É proibido proibir porque los consideraban vendidos al imperio americano, a la música anglosajona. Ante los abucheos, Veloso respondió con una diatriba que arrancó con un “vosotros no estáis entendiendo nada, nada, nada” que ha quedado inscrito en la historia musical brasileña. “Si en política fueseis como en estética, estamos jodidos”, añadió a los universitarios que les tiraban huevos y botellas.
Con los años Os Mutantes se convirtieron en un grupo de culto y décadas después su música fue celebrada por artistas planetarios como Kurt Cobain, Beck o David Byrne.
Rita Lee estaba en tratamiento contra un cáncer de pulmón detectado hace un par de años. Escribió sobre este día, sobre cómo su muerte sería recibida, en su biografía. Las palabras y el tono reflejaban bien su personalidad, su sentido del humor y su sarcasmo: “Cuando muera, puedo imaginar las palabras de cariño de quienes me odian. Algunas emisoras de radio pincharán mis canciones sin pagar, gratis. Los fans, sinceros, empuñarán mis discos, entonarán Ovelha Negra [Oveja Negra, una de sus canciones más famosas], las televisiones ya deben tener preparado el resumen de mi trayectoria. En las redes sociales, algunos dirán: ‘Vaya, pensé que la vieja ya se había muerto, jejeje”.
Y así ha sido.
Los fans tendrán ocasión de despedirla este miércoles, cuando será velada en el planetario del parque de Ibirapuera, diseñado por Oscar Niemeyer. Después será incinerada. El presidente Luiz Inácio lula da Silva ha decretado tres días de luto en honor a la que rinde honores porque fue “una artista adelantada a su tiempo” que “ayudó a transformar la música brasileña con su creatividad y osadía”.
Os Mutantes fueron parte clave del movimiento Tropicalia, que encabezó Veloso con Gilberto Gil. Este la ha despedido con un cariñoso tuit: “Rita, Anibal, cabrita.. caprichosa, capricornio, amiga… Descansa, mi hermana”. Chico Buarque solo ha escrito el nombre de la artista bajo una foto antigua de ella sobre el escenario, alegre, con la melena roja.
Rita Lee era una firme defensora de la transgresión y creía que combinar la música popular brasileña con el rock internacional eran tan o más rompedor que la canción protesta donde empezaba y acababa el universo de la izquierda más corta de miras.
En aquella época, la artista y su compañero de banda y entonces marido, Arnaldo Baptista, crearon una especie de comuna hippy. Tiempos en que las drogas eran ingrediente imprescindible del proceso creativo. Rita Lee tuvo que someterse a unos cuantos tratamientos para combatir el abuso del alcohol y los estupefacientes.
En aquel ambiente con aires de revolución, el machismo estaba bien enraizado, así que ella no dudó en sumarse pronto a la causa feminista. Y cuando la expulsaron de Os Mutantes, proclamó: “Aunque el club de Bolinha [el club de los hombres] decía que, para hacer rock, había que tener cojones, también se puede hacer con útero, ovarios y sin el típico acento feminista”.
Lee, nombre que llevaban también sus dos hermanas, era un homenaje de su padre al general Robert E. Lee, jefe de los confederados en la guerra de secesión.
La reina del rock y la psicoldelia brasileña deja marido,Roberto de Carvalho, y tres hijos. Y dejó anotado el epitafio que quería: “No fue un buen ejemplo, pero era buena gente”.
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