En América Latina, como en muchas otras regiones del mundo, el trabajo que realizan las mujeres en el campo es menos remunerado que el de los hombres y también menos valorado. No obstante, las mujeres son un actor clave en la construcción de un sistema alimentario más sustentable, generador de desarrollo social.
Alianzas público-privadas como la de PepsiCo Latinoamérica y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) contribuyen a impulsar una participación más equitativa de las mujeres en la región con proyectos como el Fondo de Agricultura de Siguiente Generación, que opera en Guatemala, República Dominicana y Ecuador.