Nancy Pelosi ha roto su silencio tras el brutal ataque con un martillo a su marido, Paul Pelosi, en su casa de San Francisco. La presidenta de la Cámara de Representantes y, por ello, tercera autoridad de Estados Unidos tras el presidente, Joe Biden, y la vicepresidenta, Kamala Harris, se declara desconsolada y traumatizada por la agresión en una carta dirigida a sus colegas del Congreso que ha hecho pública.
“Ayer por la mañana, un hombre violento irrumpió en nuestra casa familiar, exigió enfrentarse a mí y atacó brutalmente a mi marido Paul. Nuestros hijos, nuestros nietos y yo estamos desconsolados y traumatizados por el ataque que puso en peligro la vida de nuestro papá. Estamos agradecidos por la rápida respuesta de las fuerzas del orden y de los servicios de emergencia, y por la atención médica que está recibiendo para salvar su vida”, indica la presidenta de la Cámara.
Paul Pelosi, de 82 años, ha sido operado de una fractura craneal y de heridas en el brazo derecho y las manos. Evoluciona favorablemente, pero sigue hospitalizado. Su agresor, David DePape, de 42 años, está también ingresado en el hospital, aunque se desconoce el alcance de sus heridas, supuestamente producidas durante la detención por parte de la policía, que intervino justo cuando estaba agrediendo a Pelosi con un martillo.
La presidenta de la Cámara Baja, también de 82 años, estaba en Washington en el momento del ataque, protegida por su escolta. Tras la agresión voló a San Francisco para visitar a su marido, ingresado en el Hospital General Zuckerberg de la ciudad. Este sábado se ha visto un amplio despliegue de seguridad a las puertas del hospital. Paul Pelosi Jr., uno de los cinco hijos del matrimonio Pelosi, también estaba en el hospital y al ser preguntado por los periodistas por el estado de su padre, ha contestado: “De momento, todo bien”.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, en declaraciones a los periodistas en Wilmington (Delaware), donde ha acudido a votar por adelantado este sábado junto a su nieta Natalie, también ha dicho a los periodistas que el marido de Nancy Pelosi “parece estar mucho mejor”.
En su carta a los congresistas, Nancy Pelosi continúa: “Por favor, sepan que las oraciones y los cálidos deseos de tantas personas en el Congreso son un consuelo para nuestra familia y están ayudando a Paul a progresar en su recuperación. Su estado sigue mejorando. También nos reconfortan las palabras del Libro de Isaías: ‘No temas, porque yo estoy contigo; no te desalientes, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré, ciertamente te ayudaré, sí, te sostendré con la diestra de mi justicia’. Les damos las gracias y rezamos por la seguridad y el bienestar continuos de sus familias”.
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Motivación política
Todos los indicios apuntan a la motivación política del ataque, aunque la policía no ha querido pronunciarse expresamente. DePape preguntó por la política demócrata (”¿dónde está Nancy?”, dijo en el asalto), difundía mensajes negacionistas sobre las elecciones y teorías conspirativas en sus redes sociales. El ataque se ha producido en la recta final de la campaña de las elecciones legislativas del 8 de noviembre, en la que la presidenta de la Cámara de Representantes es candidata por un distrito de California.
Nancy Pelosi es una de las políticas del Partido Demócrata más “demonizada” por los republicanos partidarios del expresidente Donald Trump, según la expresión que ha usado este sábado el expresidente Barack Obama. Biden, por su parte, ha advertido este viernes y este sábado de que la falta de respeto a los resultados electorales y el comportamiento de algunos políticos crea el caldo de cultivo para la violencia.
La fiscal del distrito de San Francisco, Brooke Jenkins, ha anunciado que el lunes presentará “múltiples cargos por delitos graves” y que espera que DePape sea procesado el martes. “DePape tendrá que rendir cuentas por sus atroces crímenes”, ha escrito en Twitter. La policía anunció que se le investiga por presuntos delitos de intento de asesinato, asalto con un arma mortal, abuso de ancianos, agresión, robo, amenaza a un funcionario público y otros delitos.
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