Tiene más de dos millones y medio de seguidores en Instagram y sus videos de TikTok (que es la plataforma que lo catapultó a la fama) han sido vistos más de 175 millones de veces. Allí, suma 7,4 millones de fans. Vaya números para este influencer mexicoamericano que ni es jovencito (acaba de cumplir 40 años), ni es modelo, ni viste a la moda, sino que encarna, como pocos, el look de “cholo” mexicoamericano ante las nuevas generaciones: cabello al rape, camisetas sin mangas, bermudas de pierna ancha, calcetas altas, hoodies holgadas, bigotito y tenis blancos e impecables.
Se llama Nathan Apodaca, se autoapoda “Doggface” (“cara de perro”) y saltó a la fama en 2020, durante los peores meses de la pandemia, cuando un video de él canturreando, haciendo skate, bebiéndose un jugo y danzando al ritmo de la canción Dreams, de Fleetwood Mac, apareció en las redes. Aquel corto suyo transmitía tanto “Flow” y buena onda que la propia banda lo promovió en sus redes y Nathan se convirtió en un fenómeno viral. También Fleetwod Mac: Dreams alcanzó, una vez más, el número uno en las listas de Billboard (a más de 40 años de su lanzamiento original) y Rumours el álbum que la contiene, subió hasta el número 7.
Apodaca fue invitado a programas de entrevistas, apareció como actor en la comedia “Reservation Dogs” y hasta en videos del rapero Snoop Dogg. Los fans le enviaron miles de dólares en donaciones y su vida cambió. La empresa fabricante del jugo (de arándanos) que se bebía en su video le regaló una camioneta nueva y también una dotación completísima de su bebida, agradecidos porque sus ventas se dispararon por la viralización del baile del “cholo”. Y Nathan, de pronto, se encontró gozando de las dulzuras de los patrocinios y los regalos a los que solo unos pocos influencers acceden.
Porque su vida, hasta ese punto, no era fácil. Nació y reside en Idaho Falls, el estado de Idaho, al noroeste de los Estados Unidos, y sobrevivía a duras penas como trabajador de una granja de papas. Vivía en una comunidad de remolques, sin agua corriente ni energía eléctrica, junto con Estela, su novia de toda la vida (y madre de su hijo menor, Leroy), y un par de hijas adolescentes. Fueron, justamente, sus hijas, quienes lo grabaron y subieron a la red aquel primer video de Nathan pasándola en grande en su patineta. La cosa creció tan rápido que, unos meses después de la difusión del video, el buen “Dog face” pudo comprar una casa para su familia pagándola al contado, algo que poco tiempo antes habría sonado a ciencia ficción. Nathan ha aprovechado la ola. Se hizo de unos socios y lanzó su propia línea de ropa de inspiración “callejera” poco después. Y la suerte parece acompañarlo.
Claro que tanto éxito no podía estar exento de problemas. Este sábado, Apodaca fue arrestado en su natal Idaho, acusado de posesión de marihuana. La policía lo detuvo en un control “de rutina” en la carretera, y, al revisar que su placa estaba vencida, le solicitó sus documentos. Nathan abrió la guantera y así quedó el descubierto un paquete con hierba. Idaho, un sitio más bien tradicionalista y de espíritu muy rural, no es uno de los 19 estados en que la marihuana es legal y ni siquiera forma parte de los 37 en los que puede portarse por motivos medicinales. Y Apodaca (en cuyas cuentas de redes suelen aparecer muchas referencias al consumo de sustancias, como grandes pipas) debió pagar una fianza de 600 dólares para quedar libre. En fin. Solo un tropiezo menor para el “cholo” de guardia que parece encarnar el lado más cool de los “oldies” en EU.
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