El mundo está obsesionado con los croissant suprême o New York rolls, como se conocen en Internet. Independientemente del nombre que se les ponga, son fáciles de definir y aún más de comer: unos bollos redondos, duros por fuera pero rellenos y blandos por dentro, hechos con masa de cruasán y con toppings en su corona que enamoran a todo aquel que logra probarlos.
Se volvieron virales en redes después de que una panadería con aires parisinos de Nueva York, Lafayette Café & Bakery, los empezara a vender en 2022 bajo el nombre de suprêmes, y ahora han aterrizado en varias ciudades de España. Cuando Guilherme Gleiser, de 33 años, los conoció en un viaje a Estados Unidos, la gente todavía no hacía largas colas por comerse uno de estos pasteles. Después de probar allí el manjar, él y sus socios decidieron traerlos a Madrid y empezar a elaborarlos en su panadería Novo Mundo, ubicada en la calle del Carnero del barrio de La Latina.
No se equivocaron. Aquí también lo están petando: venden tanto que no dan abasto. Tanto, que siempre hay quien se queda sin su anhelado cruasán redondo después de hacer cola. Cómo será la fiebre que han tenido que racionarlos: dos unidades por persona y no se aceptan reservas. “Estamos pensando dejarlo en uno por persona para que más gente tenga la oportunidad de probarlo”, confiesa Gleiser. Cada New York roll cuesta seis euros, pero es bastante grande: uno solo basta y sobra para compartir. Así que ojo con los golosos, porque se arriesgan a sufrir un subidón de azúcar de esos que te dejan tumbado en el sofá toda la tarde. “Muchos días, una hora antes de cerrar, ya no tenemos nada que vender”, asegura el dueño.
El brasileño cofundador de Novo Mundo deja por unos minutos el obrador para recibirnos. Todo el local huele a mantequilla, hay colas, todas las mesas están llenas y no hay New York Rolls. Son las 11 de la mañana y ya se han agotado, aunque solamente lleven abiertos una hora. La siguiente tanda de bollos saldrá a las 14.30, y la tercera del día a las 18.30. No queda otra que esperar.
“El equipo del obrador entra a las 5 de la mañana y se quedan hasta tarde. Sin embargo, por más horas extra que trabajemos siempre hay gente que solo viene por el New York roll y se frustra. Aunque muchos terminan probando otra cosa y también quedan contentos”, explica Gleiser. Hasta hace poco, en Novo Mundo buscaban siempre diferentes formas de promocionar su pastelería con influencers y colaboraciones en redes. Nada funcionó hasta que, dicen, la gente se empezó a fijar en el negocio por el buen trato que recibían y lo bueno que estaba todo. El boca a boca hizo el resto porque, efectivamente, todo está muy rico. TODO.
Su suerte online también cambió hace unas semanas cuando una tiktoker llamada Marta Iglesias subió un vídeo a sus redes probando un New York roll. Era simple, no duraba más de 30 segundos, pero resultaba lo suficiente provocativo como para alcanzar los dos millones de visualizaciones. Después los del blog de Madrid Secreto subieron un reel a Instagram. Ahí empezaron las colas a crecer cada vez más. La guinda del pastel ha sido un vídeo que ha subido el influencer Cenando con Pablo.
Empezaron haciendo solo seis rolls y ahora hornean 200 cada día entre semana y 400 los fines de semana. En sus redes también se ha notado su popularidad: pasaron de tener 8.000 seguidores a 14.000: eso se traduce en haber vendido hasta el momento aproximadamente 8.000 New York rolls desde diciembre. La elaboración de sus productos de hojaldre no es nada fácil, pues requiere tres días. El primero para la masa, el segundo para laminar, trabajar el hojaldre y que fermente y el tercero para rellenar y dejar enfriar.
Cada mes tienen sabores diferentes; ahora en febrero hay dos: uno de maracuyá con ganache de chocolate blanco y nueces pecanas y uno de tiramisú que hacen con un ron café y chocolate con avellanas. Si decides ir a Novo Mundo por los rolls, recomiendo además probar el cruasán de jamón y queso y el rollo de canela con mascarpone con compota casera de manzana. No son tan virales, pero aseguramos que su sabor no defrauda.
Otras ciudades con New York Rolls
COLMENAR VIEJO (MADRID)
La panadería Brulée, conocida también por haber ganado el premio al mejor roscón de 2021, tiene estos bollos en sus vitrinas desde hace tiempo, mucho antes de volverse virales. En este local lo rellenan de pistacho.
BARCELONA
En la capital catalana, los New York rolls se pueden encontrar en Bo&Mie, frente a la Sagrada Familia. Se agotan muy rápido, así que mejor ir pronto y armados con paciencia para esperar en la cola.
VALENCIA
Se pueden comprar en San Bartolomé, pero no lo tienen siempre porque los hacen para un restaurante. Los venden sin relleno o con crema de mascarpone y chocolate.
MURCIA
Tradición y modernidad: la panadería Besos y Panes tiene un antiquísmo horno de leña de 1890, y allí es donde nacen sus muy contemporáneos New York rolls. También los hacen en la muy tradicional panadería El Rojo.
PONTEVEDRA
Los hemos visto en un reel de la panadería/pastelería artesana Amaquia -con varios puntos de venta-, con un buen baño de chocolate.