El 27 de octubre de 2002, la argentina María Marta García Belsunce fue asesinada de cinco tiros en la cabeza en su casa, en un barrio cerrado a las afueras de Buenos Aires. Veinte años después, este crimen, uno de los feminicidios que más han conmocionado a la sociedad argentina, sigue impune. Un tribunal decidió este viernes absolver por mayoría al imputado Nicolás Pachelo, exvecino del country Carmel, del asesinato de la socióloga de 50 años. Lo condenaron, sin embargo, a nueve años de cárcel por robo.
La hipótesis del fiscal —que había pedido prisión perpetua para Pachelo— era que el acusado había ingresado a la casa de García Belsunce a robar con la complicidad de dos vigilantes y en ese momento se había encontrado con la socióloga y la había asesinado.
El Tribunal Oral Criminal 4 de San Isidro rechazó esa hipótesis y exculpó a Pachelo del asesinato de García Belsunce. El fallo absolutorio, que se había filtrado a medios locales días antes, deja al crimen sin culpable. “Vergüenza”, gritaron familiares presentes en la sala de audiencias tras la lectura de la sentencia.
Tercer juicio
Es el tercer juicio que investigó el homicidio de la socióloga. El primero condenó a su viudo, Carlos Carrascosa, a prisión perpetua, pero fue absuelto después de siete años y medio preso. El segundo condenó a la familia de Belsunce por encubrimiento.
García Belsunce y Carrascosa, un marino mercante retirado que había hecho fortuna como financista, llevaban 30 años casados. El día de su asesinato, la mujer había jugado al tenis con una amiga y esperaba en casa a su masajista. Carrascosa la encontró tirada en la bañera a medio llenar y la cabeza ensangrentada. Dos médicos certificaron que un golpe había provocado su muerte y una funeraria firmó el certificado de defunción. Fue enterrada víctima de un accidente doméstico.
Pero hace 20 años exactos, el 2 de diciembre de 2002, el resultado de la autopsia reveló una versión muy distinta de la que se conocía: Belsunce tenía cinco impactos de bala en el cráneo.
El debate de este último juicio duró cinco meses y tuvo a Carrascosa por primera vez como testigo. En el primero fue el principal acusado y en el segundo se le impidió declarar por considerar que podría entorpecer la investigación.
“Hace 20 años que estoy esperando este momento de estar enfrente del asesino de mi mujer”, dijo Carrascosa en una de las audiencias del juicio. “Lo que a mí me mantiene vivo es saber quién la mato. Yo ya no tengo nada que hacer en la vida”, agregó el viudo mientras apuntaba con el dedo a Pachelo, que lo miraba de brazos cruzados desde el banquillo de los acusados. El acusado, preso desde 2018, siempre se declaró inocente y este viernes celebró su absolución.
Este feminicidio ha sido uno de los más emblemáticos del país sudamericano. El caso llegó a la pequeña pantalla a través de Netflix con el documental Carmel: ¿Quién mató a María Marta? El fallo de este viernes devuelve la investigación al punto de partida. Cumplidos veinte años ya, se desvanecen las esperanzas de saber quién fue el asesino.
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