Un 1.500m de dinamita, un ganador de acero llamado Yared Nuguse, norteamericano, la sensación de la temporada, récord de Estados Unidos de todas las distancias, que se impuso con un tiempo de 3m 33,69s. Un sentido de frustración inevitable después de la expectación creada. No se batió el récord del mundo. No se batió el récord de España.
La altura de Madrid, sus casi 700 metros, que según los expertos añaden dos segundos a cualquier 1.500m, exigió su peaje. Estaban los tres españoles de fuego: Mo Katir, que hace nada batió el récord de Europa de los 3.000m (7m 24,68s); Adel Mechaal, amante de la soledad en los 3.000m, espectacular y generoso en los campeonatos de España, y Mario García Romo, que en Nueva York batió hace dos semanas el récord nacional de la milla (3m 51,89s). Pelearon tras la liebre, Erik Sowinski, que salió atómico (54,84s en los 400m) y les secó rápido. Nuguse fue el único que le siguió de cerca, y luego Katir, quien intentó rebasar a Nuguse. Lo hizo a falta de 300m (2m 51s). Pero el norteamericano, compañero de apartamento de García Romo en Boulder, le remontó.
“Venía a dar un espectáculo”, dijo Katir, segundo (3m 34,32s, su mejor marca en pista cubierta). “No me puedo quejar. La liebre salió demasiado fuerte, me vi con fuerzas el último 400, y quería pasar el liderato. El atleta a seguir era Nuguse. Yo creo que voy a hacer historia, le duela a quien le duela”. También logró su mejor marca Mechaal, tercero (3m 34,82s). Quinto, García Romo (3m 36,72s).
El plusmarquista nacional de 800m en pista cubierta 1m 45,12s, Mariano García, es campeón mundial (Belgrado, 2022) y de Europa al aire libre (Múnich, 2022) y no es campeón de España porque el domingo pasado, en la misma pista del mitin decidió arriesgarse a no ganar a cambio de ayudar a su amigo Javier Mirón, que regresa de una lesión, a lograr la mínima para los Europeos de Estambul la próxima semana a los que él ya había decidido no asistir.
”No te preocupes, Javi”, le dijo antes. “Yo tiro de ti hasta el final y tú lo logras”. Tiró tan fuerte y tan bien, y con una marca tan buena (1m 45,91s) que no solo Mirón, sino todos los finalistas lograron allí la mejor marca de su vida, hasta Adrián Ben. Y, pese a haber estado enfermo, con fiebre, toda la semana anterior. Y, a pesar de todo su esfuerzo, no ganó, tan grandes son su estado de forma y su talento, porque en el último metro, en un esfuerzo agónico, Saúl Ordóñez se lanzó en plancha sobre la línea y le derrotó. “Tiene unas pequeñas molestias, no sé cómo estará”, dijo ayer, antes del mitin el entrenador del atleta de Cuevas de Reyllo, Gabi Lorente, anticipando una prueba en la que García estuvo siempre fuera de carrera. Se impuso de nuevo Saúl Ordóñez (1m 46,22s), el berciano pletórico, quien ha ganado los tres 800m que ha corrido este invierno, el de su cambio de entrenador (pasó de Uriel Reguero a Llorenç Solbes) y el de su concentración de diciembre y enero en Doha. ”Estoy muy cansado”, dijo el berciano, una declaración que lleva la contraria a su marca y a su victoria. “Dormí muy mal el domingo”.
La segunda juventud del velocista Óscar Husillos es también la edad de la madurez y la consistencia. En el invierno de sus 29 años, el expreso de Astudillo, y las alitas de ángel tatuadas en su brazo izquierdo, es incapaz de correr lento. “La consistencia la da la confianza”, dice Husillos después de ganar los 400m (45,84s), corriendo por tercera vez por debajo de los 46s en cuatro días, el mismo día en el que el noruego Karsten Warholm, el recordman mundial de 400m vallas, anunciaba que estaría en los Europeos de Estambul la próxima semana. Su mejor marca de este año en el 400m indoor (45,31s), le hace favorito al título., lo que no amilana a Husillos: “Descansaré de aquí a Estambul, donde defiendo título. Algo más que el oro de Torun sería ganar allí y batir de nuevo el récord nacional”. Segundo de una carrera en la que Husillos pasó el 200m en 21,36s, fue, como el domingo en el campeonato nacional, el asturiano Iñaki Cañal (45,95s).
Los mediofondistas no fueron los únicos españoles protagonistas en el mitin de Madrid, en Gallur. Un saltador de longitud de Cornellà, entrenado por María Durán, Jaime Guerra, de 23 años, que saltó 8,08m, les hizo sombra. Igualando su mejor marca al aire libre, la tercera mejor europea del año, se acercó extraordinariamente al podio madrileño ocupado por el cubano Maykel Massó (8,15m), y los dos que serán sus rivales en el Europeo de Estambul, el griego campeón olímpico Miltiadis Tentoglou (8,15m) y el sueco Thobias Montler (8,14).
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