Ocho historiadores, ocho visiones: ¿cómo juzgará la historia a Juan Carlos de Borbón dentro de 50 años? | Ideas

El 9 de junio de 2016, Juan Carlos de Borbón acudió a la cita de un gran amigo. Simeón de Bulgaria presentaba en la Real Academia de San Fernando de Madrid su autobiografía, Un destino singular, y él quiso intervenir en el acto de lanzamiento. Los dos pronunciaron palabras en las que se ensalzó la camaradería, las complicidades y su íntima amistad. Hubo protocolo marcado. Acudió la reina Sofía. El autor vertió lágrimas al agradecer la presencia y el apoyo de su confidente. El rey emérito había abdicado dos años antes y una de las pocas personas que lo supo con antelación fue el propio Simeón de Bulgaria.

Aun así, a la salida, don Juan Carlos dejó claro que desconfiaba abiertamente del género literario elegido por su amigo. Quizás no fuera el momento de expresarlo sin ambages para no dejar mal al búlgaro. Pero así lo hizo cuando un periodista le preguntó: “¿Publicará usted sus memorias?”. Y él respondió: “No, nunca. ¿Para qué escribir mentiras? La verdad no se puede contar, así que me lo guardaré y me lo llevaré allá arriba”, aseguró mientras señalaba el cielo después de haber dejado claro, también con su habilidad para el lenguaje gestual, tan transparente, que se tragaría sus secretos…

Y tenía en cierto sentido razón don Juan Carlos. ¿Cómo obligar a alguien a narrar lo que ni él mismo es capaz de ocultar? ¿Cómo buscar el equilibrio entre el héroe y el villano dentro de sí? Supone una tarea que supera a cualquiera salvo que desee hacerse un haraquiri literario. Cuestión de escritores, creadores, de muy escasos políticos, pero no de reyes. De hecho, muy pocos lo han acometido. Eso queda reservado para los historiadores.

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Juan Carlos de Borbón, durante su discurso de jura en el Congreso de los Diputados, en el que anunciaba su propósito de ser “rey de todos los españoles”, el 11 de noviembre de 1975.
Juan Carlos de Borbón, durante su discurso de jura en el Congreso de los Diputados, en el que anunciaba su propósito de ser “rey de todos los españoles”, el 11 de noviembre de 1975.
LUIS MILLAN (EFE) (EFE)

Aquella admisión pública de que se llevaría sus memorias a la tumba ha espoleado a varios de ellos, además de a periodistas, escritores y ahora guionistas audiovisuales, a indagar en lo que durante décadas prácticamente todo el mundo se empeñó en ocultar. Se abrió la veda del secreto. El derecho sin límites quedó en evidencia con la llegada de una nueva época —la sepa entender el propio rey emérito o no— de transparencia.

En muchos aspectos, la figura de Juan Carlos de Borbón se ha convertido en una prueba de madurez del sistema. En una cierta pérdida de la inocencia colectiva que ha llevado a la opinión pública de creer y confiar a pies juntillas en su jefe del Estado a la decepción por sus excesos. ¿Qué pesará más en la historia? Alguna visión la tenemos en vida, como la biografía que Paul Preston publicó por vez primera en 2003, Juan Carlos. El rey de un pueblo, y volvió a lanzar en 2012 ya después de que apareciera ese año, el 18 de abril, en la puerta del Hospital San José, de Madrid, y dijera tras el incidente de caza en Botsuana lo que ningún jefe del Estado había expresado antes: “Lo siento mucho. Me he equivocado y no volverá a ocurrir”.

Juan Carlos de Borbón posa ante un elefante abatido durante un safari en Botsuana en 2006. Esta imagen generó críticas y el deterioro de su imagen pública.
Juan Carlos de Borbón posa ante un elefante abatido durante un safari en Botsuana en 2006. Esta imagen generó críticas y el deterioro de su imagen pública.
RANN SAFARIS

Aparece ahora una tercera versión del libro (con la editorial Debate) que aborda los últimos años, desde su abdicación. Aun así, para el historiador británico, el balance sigue siendo positivo. Junto a él, otros colegas también opinan a la hora de acometer un ejercicio de poco agrado para quienes suelen analizar el pasado. En un esfuerzo por ver qué juicio le deparará el porvenir, esta es su visión al responder a la siguiente pregunta: ¿cómo juzgará la historia a Juan Carlos I dentro de 50 años?

Eminent British historian Paul Preston, attends the Edinburgh International Book Festival, where he talked about his new book entitled 'on the Spanish Civil War'. The three-week event is the world's largest literary festival and is held during the annual Edinburgh Festival. The 2009 event featured talks and presentations by more than 500 authors from around the world. (Photo by Colin McPherson/Corbis via Getty Images)

Paul Preston. “Creo que, a la larga, conservará su legado como figura histórica de primera importancia”

Hispanista experto en la historia contemporánea de España y profesor de la London School of Economics, autor de la biografía ‘Juan Carlos. El rey de un pueblo’ (Debate, edición nueva).

“He pasado los últimos ocho meses revisando mi biografía de Juan Carlos. Ha sido un trabajo difícil, he tenido que contrastar las nuevas revelaciones respecto de su comportamiento financiero y sentimental, con lo mucho que admiré su valiente contribución a la vuelta de la democracia a España desde la muerte de Franco hasta la derrota del golpe militar de 1981. A pesar de las acusaciones de la extrema derecha de que fue cómplice del golpe, terminé la tarea más convencido que nunca de que había jugado el papel clave en la Transición respecto del regreso a la democracia. A pesar de la medida en que su codicia económica y sexual ha manchado su reputación, creo que, a la larga, conservará su legado como figura histórica de primera importancia”.

cul 28.  DVD944. Entrevista al historiador Ángel Viñas. Alvaro Garcia. 08/04/2019

Ángel Viñas. “Sería conveniente abrir los archivos de la Corona”

Economista, diplomático e historiador experto en el siglo XX español, ha enseñado en la UNED, la Universidad de Alcalá de Henares o la Complutense.

“Es imposible predecirlo. Depende, esencialmente, de cuatro factores: del tiempo que transcurra, de las informaciones que sigan saliendo hasta entonces, de la personalidad de los historiadores y de sus fuentes. En estos momentos la figura está malherida por otros cuatro factores: su comportamiento financiero, del cual todavía no se sabe todo; su alejamiento y sus silencios; su papel muy controvertido en la Transición, en especial en relación al 23-F, y por la baba que sus aduladores han vertido sobre él. Probablemente se irán aclarando en el futuro. A mí sobre lo que más me interesa llamar la atención es acerca de la conveniencia de abrir los archivos de la Corona. Sé bien que en otros países tienen plazos largos, pero sus respectivos titulares han tenido, en general, un papel más positivo que el rey Juan Carlos. No hay historia definitiva”.

SPAIN - JANUARY 25: The PP deputy, Cayetana Alvarez de Toledo, during the act in which the president of the PP, Alberto Nuñez Feijoo, presents the candidate Daniel Sirera for Mayor of Barcelona at the MGS Auditorium, on 25 January, 2023 in Barcelona, Catalonia, Spain. The event, under the slogan 'The sensible Barcelona', has served the popular leader to brand as a "bargain" the dialogue table between the central government and the Generalitat and has accused PSC and ERC of maintaining a pact of governability in Spain and Catalonia. (Photo By Lorena Sopena/Europa Press via Getty Images)

Cayetana Álvarez de Toledo. “No se podrá contar la historia de Juan Carlos I sin hablar de España. Juan Carlos somos nosotros”

Política e historiadora, se doctoró por la Universidad de Oxford con un trabajo dirigido por el hispanista John H. Elliott sobre el obispo Juan de Palafox, virrey de España.

“A diferencia de Giovannini, un genio sin rostro, yo creo que no se podrá contar la historia de Juan Carlos I sin hablar de España. Juan Carlos somos nosotros. Es la grandeza de la Transición: miedo, madurez, reconciliación y reforma, desde el propio franquismo. Los primeros años felipistas: expansión y alegría. Y los segundos: pelotazo y laxitud. Es el problema de austeridad y ambición histórica de Aznar: que ni siquiera el Rey las compartía. Es la frivolidad del apaciguamiento bajo Zapatero: aprobaré lo que venga de Cataluña, hablando se entiende la gente. La actitud del Gobierno de Rajoy ante el proceso: dos abdicaciones paralelas. Y el reflejo del sanchismo: un Gobierno contra el Estado, el exilio definitivo. Emérita y demérita España”.

Begoña Barrera López (Sevilla, 1989) es investigadora en el Departamento de Historia Contemporánea de la Universidad de Sevilla.

Begoña Barrera López. “El deterioro de su imagen es difícilmente reversible”

Doctora en Historia Contemporánea por la Universidad de Sevilla, es autora de ‘La Sección Femenina 1934-1977. Historia de una tutela emocional’. Es experta en franquismo desde una mirada histórico cultural.

“El deterioro de la imagen del rey emérito parece difícilmente reversible. El proceso de desmitificación de su figura como prohombre de la Transición dará paso a una consideración cada vez más crítica por parte de las nuevas generaciones, conscientes de la necesidad de ser exigentes no solo con el presente de las instituciones, sino también con su memoria. Esto dependerá en gran parte de la manera en que los docentes interpreten y trabajen la Historia de España en las escuelas y de las nuevas contribuciones que se hagan que incluyan el decepcionante epílogo de su huida: la comparativa con otras monarquías europeas; el papel de los medios y de las redes sociales en la percepción de sus culpas; y el coste ético y estético que sus escándalos tienen y tendrán para la institución monárquica”.

COMUNIDAD VALENCIANA
 VALENCIA, 28/12/2020.
Entrevista a Isabel Burdiel para la serie de Juan Cruz
FOTO: MÒNICA TORRES/EL PAIS

Isabel Burdiel. “Con el tiempo se ubicará su monarquía en un momento de transición moral”

Catedrática de la Universidad de Valencia. Premio Nacional de Historia por su biografía sobre Isabel II. En 2019 publicó otra sobre Emilia Pardo Bazán.

“Los historiadores tenemos difícil relación con el futuro, pero podemos aplicarle las mismas técnicas que usamos para el pasado. Juan Carlos I será considerado de forma distinta en 50 años, si para entonces la monarquía se mantiene, se ha consolidado y demostrado su utilidad democrática. Si eso sucede, podrá verse con más claridad su figura y distinguirse entre su aportación a que la dictadura de Franco desembocase en una democracia y sus desafortunadas e inmorales operaciones financieras. Con el tiempo, se podrá ubicar la monarquía democrática de Juan Carlos I en un momento de transición entre la vieja monarquía constitucional y la evolución de la monarquía que ha ido cambiando en lo que se espera de ella. No se le permitirá a Felipe VI y a su hija el comportamiento de Juan Carlos I. Se democratizará la proyección pública de su vida personal, ocio, relaciones… Pero eso tiene otros riesgos”.

DVD 841 (04-05-17) Julian Casanova, en el Hotel de las Letras. © Samuel Sanchez

Julián Casanova. “Será difícil que se le vea como aquella figura beatificada”

Catedrático de la Universidad de Zaragoza, es autor, entre otras obras de ‘Una violencia indómita’, ‘España partida en dos’ o ‘Breve historia de España en el siglo XX’.

“Juan Carlos I no responderá ante Dios y la historia como se decía de Franco. La visión de su reinado dependerá de la evolución de las investigaciones y de la historiografía. La historia no juzga y los historiadores tampoco debemos hacerlo. Pero se pueden anticipar interpretaciones. Su única legitimidad de origen procedía del testamento político del dictador, de la legalidad franquista vigente. Tuvo un papel destacadísimo en la transición desde una larga dictadura autoritaria a una democracia plena. A muchos les dio por presumir de rey y protegerlo ante las críticas. La abdicación, en junio de 2014, modificó ese rumbo. Fue una crisis de la política institucional que socavó su figura ante amplios sectores de la población. Será difícil que en 50 años se lo vea como esa figura beatificada en los últimos 20 años del siglo XX. Y todos los matices tendrán que ir acompañados de documentos, no de meras opiniones”.

DVD 1055 Madrid 25/05/2021 Babelia. ideas de España.  Debate entre: Sergio del Molino, Pilar Mea Costas, Jose Alvarez Junco Foto: Inma Flores

José Álvarez Junco. “Se valorará sobre todo su actuación tras la muerte de Franco”

Catedrático emérito de Historia del Pensamiento y Movimientos Sociales y Políticos por la Complutense, ganó el Premio Nacional de Ensayo por su obra ‘Mater dolorosa’. Su último libro es ‘Qué hacer con un pasado sucio’.

“La historia valorará sobre todo a Juan Carlos de Borbón por su actuación en los primeros años tras la muerte de Franco. Muerto el dictador, el futuro político de España se hallaba en la penumbra, dependía de la voluntad del sucesor nombrado por este. Sus poderes eran, en principio, indefinidos e ilimitados. El príncipe Juan Carlos ofreció en 1975 a los partidos políticos libertad de acción dentro de unas normas de las que él sería garante y árbitro, conduciendo al país a una transición pacífica hacia la democracia. Esto ha sido valorado en general muy positivamente. Aprobada la Constitución, ejerció su cargo de monarca parlamentario. En 2014 abdicó y dejó a su hijo en el trono. Su imagen se vio, sin embargo, muy deslucida por las actividades económicas y aventuras amorosas en las que se embarcó”.

Javier Rodrígo Sánchez, historiador

Javier Rodrigo. “La narrativa corrupta será quizá la que se asiente en nuestra memoria”

Profesor del departamento de Historia Moderna y Contemporánea de la Universidad Autónoma de Barcelona, su último libro es ‘Generalísimo’.

“No soy original: es imposible saberlo. Dependerá de varias variables. De si España seguirá siendo una Monarquía. De si seguirá existiendo la investigación como la conocemos o la historiografía será cosa de inteligencias (sic) artificiales. O de qué pasará aún con el rey emérito: los finales contribuyen a reescribir los relatos vitales. Sobre Juan Carlos existe una superposición de narrativas: infancia terrible, príncipe designado (“tiene aquí a los tres: elija”, le dijo Victoria Eugenia a Franco en el bautizo del bisnieto), héroe de la Transición, campechano representante de la modernización política de España, apestado mujeriego y cazador, investigado por corrupción y alejado a Abu Dabi. Tal vez sea esta última la que mejor se asiente en la memoria de los españoles, pero sin excluir a las otras. Seguramente aún tiene que nacer la historiadora o historiador que resuelva estas cuestiones en 2073”.

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