Una banda criminal que ha desmantelado la Guardia Civil de Palencia, con 17 arrestados por robar hasta 26 camiones, se hacía con los vehículos estacionados y con sus mercancías para luego venderlos. Los ladrones tenían preparada una red que empezaba en áreas de servicio de media España y que terminaba en Paraguay. El valor de lo sustraído asciende a 2,5 millones de euros, pues los delincuentes desmontaban los camiones para reubicarlos en Paraguay a través del puerto de Valencia. Asimismo, las cargas las ofrecían a bazares chinos, para lo cual se fijaban especialmente en vehículos pesados llenos de bebidas o de reparto de Amazon.
Los detenidos son 12 personas de nacionalidad española, otras cuatro chinas y un paraguayo, a quienes se les atribuyen los delitos de pertenencia a organización criminal, robo con fuerza en las cosas y receptación. El grupo ha pasado a disposición judicial y a cuatro de ellos se les ha ordenado el ingreso en prisión. La investigación de la llamada Operación Sawtruck comenzó en marzo, tras denunciarse que se había robado un robo en Villamediana (Palencia), y las pesquisas permitieron descubrir una organización estructurada y dividida en dos áreas bien diferenciadas. La primera de ellas se encargaba de sustraer los camiones que se encontraban en polígonos, lugares de descanso para conductores o áreas de servicio de provincias como Palencia, Ávila, León, Cantabria, Guadalajara, Madrid, Zaragoza, Huesca, Lleida, Toledo, Ciudad Real y Jaén.
Para ello se fijaban en aquellos cubiertos por lonas que rajaban para dirigirse a la cabina e inhabilitar el sistema GPS por el que las empresas tienen constancia de la ubicación exacta del camión. En cuanto lo hacían, ponían rumbo a la Comunidad de Madrid siempre por detrás de “vehículos lanzadera para evitar controles policiales”. Una vez allí, aparcaban en polígonos donde repartir la carga. Otra de las facciones, viendo que sus golpes eran muy rentables, compró un vehículo pesado de segunda mano “y se especializó en el robo solo de las cargas de camiones que trasladaban al suyo”, seleccionando específicamente camiones de bebidas y de reparto de Amazon. La estrategia consistía en aparcar su camión junto a los que después asaltarían, según ha explicado el capitán de la Guardia Civil Enrique Peláez: “Cuando veían algo de su interés, rajaban las lonas y lo metían en su camión para luego venderlo”.
Fuentes de la Guardia Civil informan de que uno de los cabecillas de la trama era un hombre paraguayo que tenía una empresa y que la utilizaba para mandar a su país bienes obtenidos irregularmente. Los delincuentes desmontaban los vehículos robados en campas “del extrarradio de Madrid” y guardaban estas piezas en grandes contenedores que partían desde el puerto de Valencia hacia el país sudamericano.
Otro de los elementos clave en este grupo se trataba de una persona de origen chino que ejercía como “intermediario” para ofrecerles la mercancía obtenida ilícitamente a compatriotas suyos que regentan grandes almacenes o bazares, sobre todo en la Comunidad de Madrid. Para ello negociaba un precio con estos clientes para que los artículos acabasen puestos a la disposición de a clientela mezclados entre productos legales. La Guardia Civil les ha atribuido el robo de hasta 26 camiones, tres de los cuales se hurtaron en Palencia, y los agentes han conseguido recuperar alguno de los vehículos robados así como parte de las cargas. La investigación continúa abierta.
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