El mundo del cine mexicano vive una crisis sin precedentes. Luego del anuncio que hiciera la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (Amacc), al suspender hasta nuevo aviso la convocatoria a los Premios Ariel del próximo año debido a que la institución atraviesa “una grave crisis financiera”.
Una de las voces que con más fuerza ha resonado fue la de Guillermo del Toro. En pleno estreno de su última película, Pinocho, el director tapatío ha lanzado una fuerte crítica hacia las autoridades culturales de México. “La sistemática destrucción del cine mexicano y sus instituciones – lo que llevo décadas construir— ha sido brutal. Sobrevivimos el sexenio de López Portillo, pero esto no tiene precedentes”, escribió el cineasta en Twitter.
La industria ha hecho eco del director de La forma del agua. Leonardo García-Tsao, crítico de cine y exdirector de la Cineteca Nacional, dice en entrevista que la industria cinematográfica y la cultura, en general, viven un momento oscurísimo. “Este Gobierno ha demostrado que la cultura no le interesa, solo le interesa el béisbol”, comenta. “La Amacc suspende actividades como no había ocurrido desde el 53 en el Gobierno de Ruiz Cortines”, recuerda. La ceremonia tuvo su primera gran pausa en 1958, durante la administración del militar.
La primera suspensión de la entrega del Ariel ocurrió al final del sexenio de Ruiz Cortines, en 1958; la segunda, si todo sigue así, será al final del sexenio de López Obrador, en el 2023. Curiosamente, Ruiz Cortines es uno de los presidentes priístas elogiados por AMLO. https://t.co/ptMhm8Of01
— Ernesto Diezmartinez (@Diezmartinez) November 24, 2022
La directora del gremio cinematográfico, Leticia Huijara, ha dicho que hace unos años la Academia recibía unos 10 millones de pesos para producir la ceremonia de los Premios Ariel y para este año, aunque solicitaron 3,5 millones, tampoco los obtuvieron. “Al día de hoy, no tenemos la viabilidad financiera para hacer frente a todos los procesos que conlleva la convocatoria del Ariel”, mencionó la titular de la Amacc.
“Me parece lamentable que todavía no se pueda encontrar la manera de tener un diálogo con el Gobierno actual para establecer una forma de apoyar instituciones tan importantes como la Academia de cine en México”, dice en entrevista Francisco Javier Padilla, director de Suave Patria, o Hugo Sánchez, el gol y la gloria. “A título personal me parece hasta risible que para el Gobierno la academia no existe prácticamente”, comenta.
Otra que se sumó a las voces de decepción por la determinación tomada por la Amacc fue la cineasta Michelle Garza, una de las nuevas voces del cine mexicano y directora de Huesera —ganadora de dos premios en Tribeca—: “Tanto el cine mexicano como los Premios Ariel son parte de la memoria histórica de nuestro país. Esta suspensión es, sin duda, desalentadora para las nuevas generaciones de cineastas. No celebrar el arte y la cultura es fomentar el olvido”.
En redes sociales, el clamor de actores, actrices y productores se hizo eco de los comentarios de Del Toro. “Durante un tiempo nosotrxs mismxs aportamos económicamente para llevar a cabo el funcionamiento de la Academia y la celebración de nuestro cine. Ya claramente tampoco fue suficiente. Es muy mala noticia”, dice Úrsula Pruneda, una de las ganadoras de la estatuilla a la mejor actriz.
Los reclamos también fueron dirigidos a la titular de Cultura de la actual Administración, Alejandra Frausto. “El sexenio terminará, pero lo que lapidó estos años no. Usted nunca perteneció a nuestro gremio. Es una turista”, dice la actriz Giovanna Zacarías. “Es increíble —pero nada sorprendente— que después de esta noticia Alejandra Frausto no tenga nada que decir. Su silencio y su nulo apoyo y/o interés a la cultura es verdaderamente alarmante”, menciona el escritor y guionista Alberto Cohen.
Tras la cancelación de la próxima edición de los Premios Ariel, cabe recordar la suerte que tocó a los Premios Fénix de Cine Iberoamericano. Después de cinco ediciones, sus impulsores —la organización Cinema 23—, dieron por cerrado el telón en 2019 atribuyendo los mismos motivos que la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC): “La falta de respuesta y apoyo de la nueva administración del país y de la Ciudad de México”.
“Las políticas públicas y culturales han cambiado radicalmente en nuestro país, ya que no permiten que las organizaciones de la sociedad civil tengan acceso a recursos públicos. Por otro lado, la viabilidad de los Fénix de forma únicamente comercial a través de patrocinios privados es imposible, por lo que es necesaria la participación y continuidad del Estado para realizar una iniciativa de esta envergadura”, rezaba el comunicado.
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