Putin sostiene que el plan de paz de China sirve de base para negociar si Ucrania lo acepta | Internacional

El fin de las sanciones a Rusia a cambio de la restitución de todo el territorio de Ucrania. Para el presidente ruso, Vladímir Putin, la propuesta china para poner fin al conflicto, que incluye esa idea, podría ser un punto de partida válido para negociar, aunque solo algunos de sus 12 puntos le convencen. “Creemos que muchas de las disposiciones del plan de paz presentado por China están en consonancia con los enfoques rusos y podrán tomarse como base para un acuerdo de paz cuando estén listos para ello en Occidente y Kiev”, ha asegurado el jefe de Estado ruso a la conclusión de su cumbre en Moscú con el mandatario chino, Xi Jinping.

El líder de la potencia asiática ha presentado en Moscú sus credenciales como gran mediador internacional. Diez días después de lograr que Arabia Saudí e Irán restableciesen sus relaciones diplomáticas, el líder chino ha abordado en persona con el presidente ruso el fin de la invasión de Ucrania. Su plan de 12 puntos no gustó en un primer momento a ninguna de las partes: Pekín proponía levantar las sanciones de Rusia y ofrecerle garantías de seguridad frente a la OTAN, al mismo tiempo que abogaba por restaurar la soberanía territorial de Ucrania, lo que en principio incluiría Crimea, cuya anexión ilegal por Moscú en 2014 no reconoce China.

El presidente chino, Xi Jinping, el presidente ruso, Vladímir Putin, y miembros de ambas delegaciones, en la ceremonia de bienvenida, este martes en Moscú.
El presidente chino, Xi Jinping, el presidente ruso, Vladímir Putin, y miembros de ambas delegaciones, en la ceremonia de bienvenida, este martes en Moscú.SPUTNIK (via REUTERS)

“Quiero enfatizar que en el plan ucranio nos guiamos por los principios de la Carta de la ONU, nos adherimos a una posición objetiva e imparcial”, ha afirmado el presidente de la República Popular China, nación que no ha reconocido ni la anexión de la península del mar Negro ni la de las cuatro regiones ocupadas en el este de Ucrania en la invasión rusa que comenzó en febrero de 2022: Jersón, Zaporiyia, Donetsk y Lugansk.

En cualquier caso, las partes del conflicto desconfían de una propuesta de paz que puede suponer una concesión de tiempo al ejército ruso. Además, Putin reafirmó tras la reunión que la guerra en Ucrania continúa. Al ser preguntado por la entrega británica a Kiev de munición con uranio empobrecido, el presidente ruso aseveró que “Occidente ha decidido luchar contra Rusia hasta el último ucranio, no con palabras, sino con hechos”.

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“Rusia y China no son una alianza”

Esta cumbre es un hito importante en la hoja de ruta rusa a medio y largo plazo. La reunión comenzó con la interpretación en vivo de los himnos de ambas potencias nucleares, con Putin y Xi escoltados por dos banderas enormes y los cargos más importantes de sus Gobiernos presentes. De la delegación rusa destacaban el ministro de Defensa, Serguéi Shoigú; el ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov; y la gobernadora del Banco Central de Rusia, Elvira Nabiúllina. Putin convocó a su círculo después de la cena oficial “para un par de reuniones de carácter interno”, según adelantó el portavoz del mandatario ruso, Dmitri Peskov.

Putin y Xi han remarcado en una de las dos declaraciones conjuntas que han suscrito que sus países mantienen una unión especial. “Las partes señalan que las relaciones entre Rusia y China, si bien no son una alianza político-militar similar a las de las alianzas establecidas durante la Guerra Fría, son superiores a esta forma de interacción entre Estados, no tienen el carácter de un bloque de confrontación y no están dirigidas contra terceros países”, recoge el documento.

El espíritu de esta asociación se traslada al resto de la declaración. En ella, Moscú reconoce que Taiwán es parte integral de China, pero Pekín evita mencionar la ocupación de Ucrania. Su única concesión es que ningún bloque, en alusión a Occidente, “y con el fin de obtener ventajas militares, políticas y de otro tipo, perjudique los intereses legítimos de otros países en el área de la seguridad”.

Esta posición la comparten también en la región Asia-Pacífico. China y Rusia piden a Estados Unidos, el Reino Unido y Australia, la alianza Aukus, que “cumplan estrictamente con sus obligaciones para la no proliferación de las armas de destrucción masiva en la zona”. “No puede haber ganadores en una guerra nuclear y nunca deberá desencadenarse”, recoge otro de los apartados de la declaración.

El presidente ruso, Vladímir Putin, estrecha la mano del presidente chino, Xi Jinping, este martes.
El presidente ruso, Vladímir Putin, estrecha la mano del presidente chino, Xi Jinping, este martes.SPUTNIK (via REUTERS)

El viaje oficial de Xi Jinping ha sido tratado por la propaganda rusa como un evento histórico. De hecho, el colapso del tráfico en la capital rusa ha sido mayor que los atascos vividos durante las celebraciones del 30 de septiembre por la anexión de los territorios ucranios ocupados. El transporte en el centro de Moscú prácticamente quedó bloqueado por segundo día consecutivo debido al enorme despliegue de puntos de seguridad dentro del primer anillo de la ciudad, el Sadóvoye Koltsó.

Xi no dudó en estrechar la mano de Putin ante las cámaras nada más verse en su primer encuentro informal este lunes. Aquel gesto fue muy importante para el Kremlin. La visita del líder chino acontece pocos días después de que el Tribunal Penal Internacional ordenase el arresto del mandatario ruso y de su defensora del menor, María Lvova-Belova, por el traslado forzoso de niños ucranios a Rusia. “China no ve a Vladímir Putin como un paria internacional, y Xi Jinping aumentará su contacto personal con él, o al menos lo mantendrá al mismo nivel”, afirma Dmitri Súslov, experto de Club Valdái, think tank muy vinculado al Kremlin.

Uno de los puntos en común entre Moscú y Pekín es el gusto por interpretar a su favor la historia. Putin, que calificó la disolución de la URSS como “la mayor tragedia geopolítica del siglo XX”, y Xi, que el año pasado hizo una simbólica visita al refugio desde donde Mao Zedong tomó el poder, se reunieron en Moscú al mismo tiempo que la policía rusa interrogaba “por rehabilitación del nazismo” a más de una decena de miembros de la ONG que destapó los crímenes soviéticos.

Los domicilios de los responsables de la fundación Memorial, reconocida con el premio Nobel de la Paz el pasado año, fueron registrados por agentes del Kremlin. Entre ellos, los hogares de su presidente, Yan Rachinski, y del máximo responsable de su centro para la defensa de los derechos humanos, Oleg Orlov.

El Kremlin cede ante el poder de la divisa china

Putin coqueteó durante años con la idea de desconectarse de la economía global del dólar y potenciar el rublo y otras divisas como monedas de pago. Lo hizo a raíz de las primeras sanciones encajadas por la anexión de Crimea en 2014. Este martes, sin embargo, cedió ante la realidad geostratégica que ha deparado su invasión de Ucrania. “Estamos a favor de utilizar el yuan chino en los acuerdos entre la Federación de Rusia y los países de Asia, África y América Latina”, manifestó Putin ante el líder chino.

Putin y Xi Jinping, este martes en el Kremlin.
Putin y Xi Jinping, este martes en el Kremlin.SPUTNIK (via REUTERS)

Las sanciones al sistema financiero ruso no solo han tumbado las exportaciones e importaciones del país, sino también su acceso a dólares y euros, y la confianza en el rublo. De convertirse el yuan en la única moneda de referencia rusa, su dependencia de Pekín será mayor. “Nuestra cooperación se amplía constantemente. Hemos logrado resultados notables antes y se está llevando a cabo con éxito una interacción mayor”, apuntó el mandatario chino al inicio del encuentro.

Otro de los puntos importantes tratados durante la cumbre ha sido la construcción del gasoducto Poder de Siberia 2, el cual unirá la red energética rusa con la china a través de Mongolia. Pekín ha asumido parcialmente las exportaciones de gas rusas que ya no van a la Unión Europea, pero está muy lejos de suplir aquel mercado. La nueva canalización podrá suministrar 50.000 millones de metros cúbicos de gas en un futuro indeterminado. Su predecesor, el Poder de Siberia 1, alcanzará la capacidad total de 38.000 millones de metros cúbicos hacia el año 2027. La suma de ambos apenas rondará la mitad del gas ruso exportado a la Unión Europea en 2019, antes de la crisis provocada por la pandemia.

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