Raviolis de calabacín en salsa de tomate

Estos raviolis de calabacín deberían quizá llamarse, más acertadamente, paquetitos de calabacín porque eso es lo que son: láminas de calabacín formando un envoltorio para un relleno de queso y espinacas. Los tales paquetillos se estofan en el horno en salsa de tomate, recordando a los ricos farcellets. Son una pizca más saludables que los correspondientes raviolis hechos de pasta, pero lo interesante es que te los puedes hacer en casa porque están al alcance de casi todos. Que sí, que tú puedes formar los paquetillos.

El relleno es una amalgama de queso y verdura, espinacas, piñones y tomate seco para más señas. Hemos echado a nadar los envoltorios en una salsa de tomate casera, aunque un sofrito de tomate envasado de calidad hará un buen papel, y añadimos unos tomatitos cereza para dar variedad de consistencias. Ojo, también se puede colocar el calabacín a modo de placas de lasaña, en lugar de montar los raviolis; es una idea por si os da pereza el bricolaje.

En cuanto al aderezo, este plato admite orégano, albahaca fresca e incluso un poco de queso rallado por encima que acabe de fundirse en el horno. Un platazo consistente con una combinación de sabores deliciosa. Es vegetariano, pero gustará a cualquier omnívoro.

Dificultad

La de montar los paquetes.

Ingredientes

Para unos 18 paquetillos

Para el relleno de queso y espinacas

  • 200 g de queso fresco de cabra
  • 200 g de queso fresco de vaca o queso feta
  • 200 g de espinacas crudas
  • 1 puñado de tomates secos en aceite
  • 50 g de piñones
  • Sal

Para los raviolis

  • 3-4 calabacines, mejor pequeños y finos
  • Tomatitos cereza al gusto
  • 1 chorretón de aceite de oliva
  • Sal al gusto
  • Salsa de tomate
  • Queso fundente rallado (opcional)

Preparación

  1. Para el relleno de queso y espinacas, pasar las espinacas lavadas por el microondas hasta que se pongan lacias, 1-2 minutos a máxima potencia, o escaldar en agua hirviendo 30 segundos. Escurrirlas muy bien y picarlas.

  2. Escurrir los tomates de su aceite y picarlos. Poner en un bol los quesos y desmigarlos con un tenedor. Incorporar las espinacas picadas, el tomate seco y los piñones. Homogeneizar y probar la sazón; añadir sal si hiciera falta. Reservar.

  3. Para los ravioli, lavar los calabacines y cortarles los extremos. Deben tener un grosor tal que se puedan cortar láminas del ancho de la hoja de un laminador de queso o un pelaverduras (si tienes una mandolina, úsala).

  4. Hacer láminas de calabacín; pasarlas un par de minutos por el microondas para que se pongan un poco más flexibles o blanquearlas en agua hirviendo un minuto. Si quedan muy finas, puede que no sea necesario; se trata de que se puedan doblar bien para formar los envoltorios.

  5. Formar los raviolis: colocar dos tiras de calabacín en cruz y poner una cucharada de relleno en la intersección. Cerrar el paquete cruzando los extremos de las tiras sobre el relleno y unos sobre los otros, y sujetar con un palillo.

  6. Cubrir el fondo de una fuente con salsa de tomate al gusto. Colocar encima los raviolis, salar y regar con un chorretón de aceite. Añadir tomates cereza al gusto y orégano seco.

  7. Hornear los raviolis 35-45 minutos en el horno previamente calentado a 190-200 °C, hasta que la salsa se haya reducido y el calabacín esté cocinado y tostadito por arriba. Si la salsa queda muy líquida, conectar el aire del horno hasta que se reduzca.

  8. Si se quiere poner el queso, rallarlo y espolvorear por encima de los raviolis cuando falten unos 10 minutos de cocción. Eliminar los palillos y servir.

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