El futuro de las próximas generaciones depende de las decisiones que se tomen ahora. Mientras que en otros momentos se hablaba de objetivos para reducir el impacto ambiental con un objetivo en el año 2050, hoy estos objetivos tienen un plazo tan corto como cinco u ocho años. Bajo esta premisa, varios expertos se dieron cita en el ‘Foro sustentable: un espacio verde’, un evento organizado por EL PAÍS en colaboración FEMSA, Coca-Cola y Real Milk California.
El encuentro dio inicio con las palabras de bienvenida de Jan Martínez Ahrens, director de EL PAÍS América, quien puso el tono inicial de los temas a tratarse durante la mañana de este jueves. “Esto va más allá de los discursos habituales: la reducción de emisiones y la inversión en energía limpias suponen la necesidad de hablar desde la inteligencia empresarial y el conocimiento científico”.
El primer coloquio puso sobre la mesa uno de los problemas más apremiantes del mundo: la escasez de agua y el manejo eficiente del escaso recurso con el que se cuenta. “Las empresas somos corresponsables en establecer medidas para enfrentar el reto de la falta de agua”, César Espinosa, senior manager de Sustentabilidad de Coca-Cola México.
La firma de producción de refrescos con mayor presencia en el país ya cuenta con algunas estrategias para mejorar y reducir su consumo de agua, iniciando con las plantas y fábricas donde se producen las bebidas. Su estrategia de gestión hídrica incluye la reducción del líquido. Actualmente cada litro de bebida que se producen en las plantas requiere 1,56 litros de agua, pero se busca que en 2025 esa cantidad se reduzca a 1,41 litros.
Tamara Luengo, consultora independiente y experta en recursos hídricos, destacó la importancia de tomar acciones en los altos niveles de dirección empresarial. “Innovar también en financiar soluciones y articular nuevas políticas de soluciones tecnológicas”, comentó la estratega a la pregunta de Sonia Corona, jefa de redacción de EL PAÍS México y quien fue la moderadora de este panel.
Por su parte, Eduardo Vázquez, director ejecutivo de Agua Capital, puso énfasis en las fugas de agua potable que existen en las ciudades. Eduardo Vázquez, agua capital. “No todo se trata de construir acueductos que cruzan Estados, hay soluciones menos complejas como los sistemas de captación de agua de lluvia y el trato de fugas de agua, que es fundamental para que no se desperdicie”, indicó.
La siguiente conferencia corrió a cargo de Víctor Treviño, director de Energía y Medio Ambiente de FEMSA, quien puso énfasis en la generación de energías limpias como motor para otros sistemas de sostenibilidad. “La energía tiene un componente relevante, con nexos con el cuidado del agua y producción de alimentos, lo que hace más importante en pensar en energías limpias”, indicó.
En el último informe del Panel Intergubernamental de Expertos de Cambio Climático (IPCC, 2023) se indica que no cabe duda que las actividades humanas han calentado el planeta de forma acelerada, un problema crucial para las empresas que dependen de la energía. “Para poder pensar en mantener la temperatura sin aumentar, en 2030 el 65% de la generación de electricidad tiene que ser basado en recursos renovables y 95% para 2050″, ha dicho esta mañana el directivo de FEMSA.
Para que las cosas se muevan hacia adelante, las estrategias de movilidad y eficiencia son indispensables. En ese sentido, Pablo Escudero, cofundador de XC Power y Supercool Mobility Centers puso hincapié en el papel de las ciudades como epicentros del desarrollo. En 2022, el 60% de la población a nivel mundial se concentró en 2.000 ciudades y se espera que las personas sigan migrando a los centros urbanos para ser el 70% en el año 2050.
Si las empresas y las poblaciones se desarrollan en un ámbito urbano, aprovechar la tecnología para convertirlas en ciudades inteligentes es un paso extra a la sostenibilidad, pero centrado en la movilidad. “No nos damos cuenta de todo lo que se ha hecho, aunque sí hay mucho por hacer, ya tenemos aplicaciones, necesitamos seguir por ese camino de la digitalización”, destacó.
La conferencia final corrió a cargo de Ignacio Parada Da Fonseca, CEO de BioElements, que se enfocó en la importancia de hacer sostenibles a las empresas en el periodo inmediato, teniendo 2030 como meta. “Tenemos que tratar de imaginar cosas distintas, como que de aquí a esa fecha la mayoría de las empresas puedan descarbonizarse o puedan efectivamente solucionar sus problemas de energía”
La pregunta central para este emprendedor es qué puede hacer cada persona para mejorar la naturaleza. No tenemos que ser anti-creación de valor económico, pero entendiéndolo de manera sostenible en el tiempo. “Sabemos que la perfección no existe: no queremos que un empaque termine en el mar, pero puede pasar y tenemos que pensar en eso”, mencionó pensando en su producto, una serie de empaques biodegradables.
Al finalizar el evento, Sonia Corona recordó la importancia de debatir, exponer y explicar las ventajas para la industria de volverse sostenibles, no solo por su valor intrínseco a favor del medio ambiente y la naturaleza, sino como parte del desarrollo inherente al que deben de dirigirse las empresas: la innovación.
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