La caída del peso mexicano en su cotización ante el dólar en los últimos días no es reflejo de un contagio en el sistema bancario mexicano del pánico en Estados Unidos y Europa, ha asegurado este viernes el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O. En una breve conferencia de prensa en Mérida (Yucatán), en el marco de la Convención bancaria 86, el funcionario respondió a una pregunta sobre el reciente debilitamiento de la moneda mexicana. En la última jornada de la semana, el peso se ha depreciado hasta alcanzar la paridad de 19 pesos por unidad, después de que en la semana anterior había sido una de las divisas más apreciadas en el mercado.
“No es que haya un contagio, sino que hay impactos de eventos sistémicos”, dijo Ramírez de la O. La caída de Silicon Valley Bank, la semana pasada, y la subsecuente caída de otros dos bancos, así como la posible fragilidad de uno de los bancos más grandes de Europa, Credit Suisse han sido eventos que el mercado percibe como sistémicos, explicó el funcionario. “¿Qué pasa frente a este tipo de eventos? Que hay una corrida hacia los activos seguros, que sería el dólar y unas cuántas otras monedas. ¿Y de dónde viene la corrida? De los países en donde hay una acumulación de ahorros que originalmente llegaron de esos orígenes y regresan para refugio”, agregó. El peso mexicano se ha depreciado 3% contra el dólar en los últimos cinco días.
Los eventos globales recientes no alertaron a las autoridades para coordinar una llamada con sus contrapartes en EE UU ya que el caso no lo ameritaba, explicó Ramírez de la O. “No hubo convocatoria de emergencia, no hubo llamada, hubo un intercambio de notas internas de oficina a oficina, pero no hicimos más que eso porque el sistema bancario mexicano está bastante insulado”, puntualizó. Hacienda no consideró necesario que “con el Gobierno de EE UU, llámese al Tesoro o la Reserva Federal, ni se haya requerido hacer cruzamiento internacional hacia México para este tipo de temas, porque ellos lo acotaron bastante bien y rápidamente. No ameritaba más”.
Las autoridades en EE UU intervinieron para resguardar los depósitos de SVB y otro banco de tamaño mediano y han facilitado inyecciones de capital y posibles compras por parte de bancos en Wall Street a las entidades emproblemadas. Por su parte, las acciones de Credit Suisse volvieron a desplomarse en Bolsa, cuando la posibilidad de una fusión con UBS se enfrió.
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