Sarah Ferguson no juzga a nadie. Tampoco al príncipe Enrique de Inglaterra y a su esposa, Meghan Markle. La duquesa de York, de 63 años, exesposa del príncipe Andrés y madre de las princesas Beatriz y Eugenia, ha concedido una entrevista a la revista estadounidense People con motivo del lanzamiento de su última novela, A Most Intriguing Lady, donde deja claro que no tiene nada que decir sobre ellos: “No creo que ninguna persona tenga derecho a juzgar a otra. No puedo emitir ningún juicio. He sido juzgada toda mi vida, y no tengo ningún juicio sobre los Sussex”. Cree, sin embargo, que la difunta Lady Di estaría orgullosa de sus nietos: “No solo de los de los Sussex, también de los de Guillermo”, ha remarcado.
Sarah Ferguson sabe de lo que habla cuando habla de juzgar. Cuestionada dentro y fuera de palacio desde que se anunció su compromiso con Andrés de Inglaterra, en 1986, Ferguson estuvo sometida al escrutinio en el seno de la familia real británica, pero también al de los ciudadanos y la prensa, tal y como le ocurrió a su buena amiga Diana de Gales. Una presión mediática muy dura en determinadas ocasiones que hizo mella en Ferguson durante años y de la que habló abiertamente en una entrevista concedida al diario The Telegraph. “Ser el foco del escrutinio público y la crítica tiene un coste en la salud mental, inevitablemente”, afirmó la exesposa del príncipe, que en anteriores ocasiones ya había reconocido haber sufrido trastornos alimentarios y haber acudido a terapia como consecuencia de las críticas recibidas y la exposición.
La duquesa de York, conocida popularmente como Fergie, también ha hablado en People sobre quien fue su suegra, Isabel II, que falleció el 8 de septiembre a los 96 años, y sobre la que ha dicho que era su “ídolo”: “Era capaz de tranquilizarte de inmediato… porque es aterrador, ¿sabes? Solía sentarme allí durante horas pensando: ‘Oh, Dios mío, la gente espera toda una vida para tener una audiencia con la reina, y yo estoy aquí sentada con una taza de té”, ha comentado la duquesa de York (porque, pese a su divorcio de Andrés en 1996, no ha perdido su título). “Era genial para tranquilizarte. Tenía una fe más increíble que cualquier otra persona que haya conocido. Simplemente sabía qué hacer. Sabía cómo hacer que la gente se sintiera bien. Nunca se lo tomó en serio. De eso trata la monarquía, de hacer que la gente se sienta bien. Ella era mi ídolo total”. Fergie ha expresado que fue de la reina de Inglaterra de quien aprendió su “sentido del deber”.
Ferguson ha dicho que, si pudiera hablar con la reina Isabel II hoy, “le hablaría de los árboles de magnolia en el jardín, porque le encantaban, y las prímulas en las orillas del Windsor, y las campanillas de invierno. Le encantaría saber que sus perritos estaban caminando donde ella caminó antes”. En septiembre, tras la muerte de la reina, el príncipe Andrés y Fergie, quienes pese a estar divorciados, continúan conviviendo, anunciaron mediante un comunicado que se harían cargo de los dos perros de la Isabel II, de inconfundible raza corgi, llamados Muick y Sandy. Los dos fueron un regalo que los duques de York le habían hecho a la reina cuando su marido, el duque de Edimburgo, fue ingresado en el hospital. El duque de York (de quien Ferguson no habla en la entrevista, pese a los numerosos escándalos que lo persiguen hoy día) pretendía así animar a su madre, que desde la muerte de su marido en 2021 se fue apagando lentamente. Angela Kelly, la modista de Isabel II, dijo entonces al periódico The Guardian: “Me preocupaba que se pusieran bajo los pies de la reina, pero resultaron ser una bendición. Son hermosos y muy divertidos y la reina suele dar largos paseos con ellos en Home Park”. Fue la duquesa de York quien encontró a los perros cuando eran cachorros. Ahora, Fergie reconoce que se han convertido en “iconos nacionales”.
Aunque Ferguson pueda recordar con cierta nostalgia al pasado, también mira hacia el futuro. Al ser interrogada sobre el rey Carlos III y la reina consorte, Camila: “Apoyo completamente al rey y a la reina consorte, y estoy muy contenta de hacer lo que sea necesario para mostrarles todo ese apoyo en el camino que tienen por delante”. Sobre la futura ceremonia de coronación y la pompa que rodea a todo el acto, Ferguson dice que es algo “muy británico” y “muy excitante”: “Adoro la institución de la monarquía y creo que hay que defenderla”.
Sarah Ferguson también fue preguntada sobre su papel como abuela: la princesa Eugenia tuvo a su primer hijo, August, en febrero de 2021, junto a su marido, Jack Brooksbank; y ahora espera la llegada del segundo. Meses más tarde, en septiembre de ese mismo año, la princesa Beatriz tuvo a su primera hija, Sienna Elizabeth, junto a su marido, Edoardo Mapelli Mozzi. “Me siguen a todas partes como si fuera Peter Pan”, ha reconocido entre risas Fergie, “soy la Abuela Pan”. “La gente me pregunta: ‘¿Te ha cambiado mucho la vida?’ y yo digo: ‘No, porque tengo una mentalidad de niña de tres a seis años, así que ahora tengo un público que me entiende”.