La ciudad de Hermosillo se ha puesto este domingo a cocinar y se ha alzado con el premio Récord Guinness a La carne asada más grande del mundo. Para conseguirlo han hecho falta un montón de cebollitas y chile, mucho carbón, 1.200 parrillas, cinco toneladas de carne y 2.184 parrilleros cocinando juntos durante cinco minutos seguidos. Entre ellos estaba Miguel Torruco, secretario de Turismo de México, y el gobernador de Sonora, Alfonso Durazo, al que se le podía ver en el Bulevar Hidalgo con un trozo de carne asada sujetado con unas pinzas. Durazo ha agradecido la presencia del secretario y ha celebrado el premio: “Estamos muy orgullosos de ser reconocidos de manera internacional por nuestra gastronomía”.
Sobre el escenario que se ha habilitado para el evento, la representante de Guinness World Records encargada de certificar la hazaña ha otorgado el premio a la ciudad. “Hoy, como adjudicadora de Guinness World Records, puedo certificar que el número de personas asando simultáneamente el día de hoy fue de 2.184. Lamentablemente, no he tenido la oportunidad de probar la carne que ustedes asaron”, decía la representante, desatando la risa de los presentes. “Pero con este resultado puedo certificar que han logrado el récord por la mayor cantidad de personas asando carne al mismo tiempo”, terminaba, ante los aplausos y la euforia de los parrilleros. La ingente cantidad de carne producida terminó en el estómago de los cientos de personas hambrientas, que acudieron a la plaza para celebrar y disfrutar de la carne asada entre música y refrescos.
El récord a batir lo tenía la ciudad de Dalisa, en Cánada, que el año pasado consiguió juntar a 914 parrilleros para asar carne al mismo tiempo. Sonora lo superó por un buen margen. “Son oficialmente asombros”, sentenciaba la representante del Guinness World Records. En años pasados, esta organización ha concedido otros premios como el de La carne asada más grande del mundo en 2005, cuando se juntaron 1.100 metros de parrillas, y La Ración de Tacos más Grande del Mundo en 2015. En esa ocasión se hicieron 22.000 tacos y se utilizaron 166 kilogramos de carne. El secretario de Turismo dijo que estos premios ayudan a “proyectar la imagen y gastronomía de Hermosillo a nivel mundial, y colocan nuestros destinos en la mente de potenciales turistas”.
El dinero recaudado se destinará a apoyar con becas de entre 5.000 y 10.000 pesos a atletas de alto rendimiento de Sonora que representan al Estado en el exterior. La organización del evento también ha donado 200 kilogramos de carne fueron donados al Banco de Alimentos de Hermosillo. La ciudad quiere convertirse en la capital mundial de la carne asada a base de récords. “Esto ha sido posible gracias a la suma de esfuerzos de ustedes, de nuestra gente, que lo hizo posible”, dijo el gobernador al recibir el premio.
Con esta y otras acciones Hermosillo y Sonora buscan poner en el mapa internacional la calidad de su carne, que ya goza de reconocimiento a nivel nacional como una de las mejores carnes del Estado. La Sociedad Mexicana de Parrilleros asegura que la carne de este Estado se exporta carne de oveja a Estados Unidos sin revisión fitosanitaria por los altos estándares de cuidado que mantiene. El clima de Sonora es muy favorable para la crianza de reses de ganado. Los alimentos originarios de la región, como el mezquite y el orégano, son productos esenciales en la dieta de estos animales, que reciben un cuidado minucioso durante su crecimiento.
Alberto Agustín Morales, secretario de la Unión Ganadera Regional de Sonora, comentaba a un diario local que ese estatus sanitario se ha conseguido al impedir que entre ganado de otras partes del país. En Sonora hay unas 42.000 cabezas repartidas en corrales de diferentes productores y al mes se comercializan 7.000 cabezas en México y en el exterior. El 30% por ciento de todo ello se exporta a Estados Unidos y Japón, gran consumidora de carne mexicana, y el resto se queda en el mercado nacional. Otros estados, como Chihuaha, exportan más cantidad porque tienen mayor cantidad de reses, pero no son tan cuidadosos como en Sonora, en donde, según Morales, todo lo que se cría proviene del ganado local. Para explicar la gran fama de la carne, el secretario de Unión Ganadera asegura que debe a la sequía de Sonora. “El pasto con el que se alimentan los becerros y vacas es seco, lo que genera una mayor cobertura de grasa”, asegura Morales.
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