“Nací en Gazawa, Camerún. Tengo 25 años y soy profesora. Nunca antes había participado en una campaña contra el paludismo; pero me he sumado con un único objetivo: ayudar a la gente a protegerse contra esta enfermedad. La mañana del 11 de enero de 2020, perdí a mi bebé debido a un parto prolongado como consecuencia de la malaria. Dos días antes había tenido fiebre y había ido al hospital, donde me informaron de que estaba de parto. Me mandaron paracetamol y me aconsejaron que me fuera a casa e intensificara el ejercicio físico. Dos días después volví al hospital y me diagnosticaron con esta afección. Tras explorar mi cuerpo, descubrieron que el bebé había muerto y tuve que dar a luz a mi hijo ya fallecido. Desde ese momento, comencé a interesarme por la lucha contra esta enfermedad.
Antes no dormía bajo mosquiteras, no me tomaba la malaria en serio; pero hoy salgo a decirle a la gente que el paludismo es muy peligroso y puede tener consecuencias inimaginables. He aprendido la lección. Lo que me ocurrió fue una experiencia triste y muy dolorosa.
Perdí a mi bebé debido a un parto prolongado como consecuencia de un caso de malaria. (…) Tras explorar mi cuerpo, descubrieron que el bebé había muerto y tuve que dar a luz a mi hijo ya fallecido
Umar Salisu
El médico no especificó que mi bebé hubiese muerto de malaria. Saqué esa conclusión basándome en mi experiencia y en lo que me habían enseñado durante la atención prenatal. Nos enseñaban que provoca un parto prolongado y que causa la muerte neonatal. Mi objetivo es acabar con el paludismo en mi comunidad, especialmente en las mujeres embarazadas.
Estoy muy afectada por la pérdida de mi bebé. Ahora soy una persona diferente. Compartí mi triste experiencia con mis amigos, quienes usan mosquiteras y me aconsejaron que yo también lo hiciese. Cuando llegue a las comunidades, les animaré a adoptarlas, que de todas las demás formas de prevención es la más eficaz. Al dormir con esta herramienta, los mosquitos no pueden picarte, por lo que estás más tranquilo.
En mi familia solo hay dos mosquiteras, pero somos seis en la familia. Yo duermo con mi marido bajo una, mientras que mis cuatro hijos comparten la otra. Si fuese posible acceder a otra más, los niños podrían dormir de dos en dos”.
Con el 31,3% de las muertes por malaria registradas en 2021, Nigeria es el país de África con mayor número de fallecimientos por esta enfermedad. Durante ese mismo año, fue el responsable del 38,4% de las defunciones por paludismo en menores de cinco años en todo el mundo. Gracias a las inversiones del Fondo Mundial, se ha desplegado la mayor campaña de mosquiteras en Kano, en el norte del país: se distribuirán más de ocho millones, tratadas con insecticidas de larga duración, a unos 16 millones de residentes para protegerlos. Esta es una de las herramientas de prevención más eficaces para combatir el paludismo y puede ayudar a reducir significativamente los casos de esta enfermedad y la mortalidad infantil.
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