Un accidente de tráfico: la razón por la que Morgan Freeman lleva un guante en sus apariciones públicas | Gente

Durante la 95ª edición de los premios Oscar, celebrada este domingo en Los Ángeles, el veterano actor Morgan Freeman, de 85 años, acompañado de la actriz Margot Robbie, de 32 años, subió al escenario del Dolby Theatre a presentar una parte de la gala. Inmediatamente, los usuarios de redes sociales se fijaron en el guante negro que cubría una de las manos del actor. No era la primera vez que aparecía con un guante negro en su mano izquierda y despertaba la preocupación y los comentarios en redes entre los espectadores, ya lo hizo en la ceremonia de inauguración del Mundial de fútbol de Qatar 2022. El motivo por el que Freeman luce un guante en sus apariciones públicas se debe a un grave accidente de tráfico que sufrió en el año 2008 en Mississippi (EE UU) que le dejó la mano paralizada.

Sucedió en el mes de agosto, cuando el oscarizado actor conducía cerca de su casa en la ciudad de Charleston, Mississippi, con una acompañante. Según confirmó por aquel entonces la policía estatal, Freeman iba al volante de su Nissan Maxima de 1997 cuando se salió de la carretera, volcó varias veces y terminó en una zanja. El editor de un diario local, el Sun Sentinel, llegó al lugar de los hechos poco después del accidente, e informó de que “tuvieron que usar cortadoras de rescate para sacarlo del vehículo”, aunque el actor “estaba lúcido y consciente” y “habló y bromeó con el equipo de rescate durante el proceso”. El sargento de la patrulla de carreteras de Mississippi, Ben Williams, comunicó entonces que no se habían encontrado restos de alcohol ni de drogas en el organismo del actor. Freeman sufrió un daño severo en los nervios y, desde entonces, usa un guante de compresión para mantener el flujo de sangre en la mano.

El actor Morgan Freeman sobre el escenario en la ceremonia inaugural del Mundial de Qatar junto al 'youtuber' qatarí Ghanim al-Muftah, el pasado 20 de noviembre de 2022.
El actor Morgan Freeman sobre el escenario en la ceremonia inaugural del Mundial de Qatar junto al ‘youtuber’ qatarí Ghanim al-Muftah, el pasado 20 de noviembre de 2022. Eric Verhoeven (Soccrates via Getty)

En una entrevista del año 2021, realizada para la revista masculina Esquire, el protagonista de películas como Seven o Million Dollar Baby calificó su grado de dolor como “insoportable”. “De vez en cuando se agarra el hombro izquierdo y se estremece. Le duele cuando camina, cuando se sienta, cuando se levanta de su sofá y cuando da un paso en falso por el campo. Más que dolor, parece una agonía, aunque nunca lo menciona”, escribió entonces el periodista Tom Chiarella, refiriéndose a las consecuencias del accidente automovilístico, que le causaron fibromialgia. “A pesar de la cirugía para reparar el daño a los nervios, quedó con la mano izquierda inservible. La mayor parte del tiempo se la sujeta rígidamente con un guante de compresión para garantizar que la sangre no se acumule allí. No le gusta mostrarlo, pero hay ocasiones en las que no puede evitar perderse en una mueca de dolor. Es un gesto tan grande, tan fuera del comportamiento general del hombre, que parece que estuviera actuando”.

Según relató el propio actor al periodista, ya no puede seguir pilotando aviones, un hobby que desarrolló tardíamente al cumplir 65 años. Tampoco puede salir a navegar solo, como solía hacer en periodos en los que buscaba “un aislamiento social” y navegaba hacia el Caribe para esconderse durante semanas. Tampoco puede conducir ni montar a caballo con normalidad.

A pesar del accidente y de sus consecuencias, Freeman, que se convirtió en estrella pasados los 50 años gracias a Paseando a Miss Daisy, no ha dejado de trabajar. Este mes de marzo estrena dos películas en Estados Unidos, el thriller The Ritual Killer, donde casi tres décadas después de Seven se vuelve a enfrentar a un asesino en serie, y la película de corte independiente A Good Person, coprotagonizada por Florence Pugh y dirigida por la expareja de esta, el también actor y director Zach Braff.

Galardonado con el Oscar en 2005 por Million Dollar Baby, Morgan Freeman es uno de los actores vivos más respetados de la industria tanto por el público como por la crítica. Él mismo afirma que tiene un talento innato para pretender ser algo que no es. El actor, también conocido como “La voz de Dios” por sus numerosas locuciones en películas y documentales, se considera un firme creyente. “He visto demasiado para no creer”, afirmó en una entrevista para este mismo medio, “pero no soy de los que va predicando”.

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