Dicen que la fama no lo es todo, y para la cantante y actriz Selena Gomez (Grand Prairie, Texas, EE UU, 30 años) ese mantra es esencial en su vida. Rodeada de focos desde los siete años, en los últimos el lupus —enfermedad que le fue diagnosticada en 2015— y la bipolaridad han guionizado los pasos que ha tenido que dar en su carrera. Pero ahora le ha hecho frente a todo lo vivido y se atreve a mostrarlo públicamente a través de su documental: Selena Gomez: mi mente y yo, disponible desde el 4 de noviembre en Apple TV+. Un documental que no se basa en el glamur que la rodea, sino en su lado más vulnerable y humano que muestra sin filtros y que ha grabado a lo largo de cuatro años, entre 2016 y 2020.
Una hora y media de metraje en la que la artista desnuda sus miedos, sus inseguridades y se atreve a exponer sus momentos de debilidad. “Estoy muy cansada”, comenta Gomez a su amiga Raquelle, tumbada sobre ella en un coche en París. “¿Quieres tomarte los medicamentos?”, le pregunta sin obtener respuesta, “sé la respuesta, pero tienes que hacerlo”. En 2019, la intérprete de Who Says tuvo que dejar de vivir tal y como lo estaba haciendo por su salud mental. “Todo lo que quería o soñaba lo he cumplido, pero también me ha matado”.
La vida de quien fuera niña Disney le ha ido poniendo unas pruebas por el camino que ha ido superando paulatinamente. En 2016, cuando parecía que iba a ser su mejor año —musicalmente hablando— se vio obligada a cancelar su gira Revival tras dar más de 55 conciertos por problemas de ansiedad, depresión y ataques de pánico generados por el lupus. Semanas después del anuncio, tuvo que ser ingresada en una clínica de rehabilitación para tratar su enfermedad. Días antes de comenzar dicho tour, Gomez no estaba atravesando su mejor momento. “Es todo una mierda. Pinta fatal. No tengo ni idea de lo que estoy haciendo”, se la ve decir en el documental entre sollozos a sus amigas y su equipo en el camerino, durante el último ensayo de su show. “Todo el rato tengo en la cabeza una voz que me dice que esto es una mierda, que me he olvidado de esto o de aquello. La presión es increíble, no quiero defraudar a nadie”.
Unas confesiones que relata mientras aparecen imágenes de ella junto a sus fans, actuando e incluso tomándose el pulso minutos antes de subirse al escenario para controlar su salud —algo que debe hacer por el lupus—. Sus amigas también relatan charlas íntimas con la artista: “Queríamos tener una conversación para saber qué le pasaba y nos dijo: ‘No lo sé. No puedo explicarlo. Ojalá pudieseis sentir lo que siento yo en mi cabeza’, explica a cámara Raquelle.
Y aunque el lupus ya le hizo parar momentáneamente en 2016, un año más tarde lo hizo definitivamente. La cantante tuvo que someterse a un trasplante de riñón por complicaciones con la enfermedad. La donante fue su amiga y actriz Francia Raisa. Su madre, que estuvo con ella durante el proceso, desvela cinco años más tarde de la intervención lo que sintió. “Pensaba que se iba a morir. Fue un milagro que saliera. Sigo con miedo de que le vuelva a pasar”, narra visiblemente emocionada mientras se seca las lágrimas. Seis años después de someterse a la operación, Gomez ha anunciado en una entrevista a la revista estadounidense Rolling Stone que en un futuro tendrá que volver a pasar por quirófano.
Además del lupus, la depresión, la ansiedad y el problema de riñón, en 2019, a Selena Gomez le diagnosticaron trastorno de la bipolaridad. “No quiero ir al hospital, pero debo ir para no quedarme atrapada en mi mente. Quiero pedir perdón a mi madre por la forma en la que le he hablado muchas veces. No era yo”, explica la artista mientras se prepara para ir al centro médico.
A pesar de que su estado de salud fue mejorando con el tiempo, en el documental se ve cómo con cada paso que daba había una pequeña recaída: vértigos, inseguridades y vómitos, episodios por los que pasaba cada vez que hacía frente a algún evento público. Pero la artista trata de demostrar que de cada mal momento sabe cómo quedarse con algo positivo: en su caso, nació su canción Lose You to Love Me. En 45 minutos tenía escrito uno de sus temas más especiales, delicados e importantes, y el que la ayudó a superar una de las etapas más largas de su vida: la ruptura con Justin Bieber. “Es más que una canción de amor perdido. Es con la que he aprendido a elegirme a mí y a la vida antes que a otros”, dice sobre este tema en el documental. Su relación con el cantante canadiense estuvo siempre en el foco mediático, incluso después de su separación y cuando este ya estaba casado con la modelo Hailey Bieber: “Todo fue muy público. Me sentía contenida por una relación pasada de la que no me dejaban salir”.
Durante la promoción de su single en Londres vivió uno de los momentos más difíciles que le hicieron regresar al pasado. Una periodista le hace una serie de preguntas a las que ella va respondiendo. Cuando acaba la conversación entre ambas, la artista se desahoga con su equipo: “No me estaba escuchando y es algo que me cabrea porque no quiero volver a sentirme así. Me ha costado mucho salir de ahí”.
Desde que se la diagnosticaron en 2015, la enfermedad no le ha dado descanso. En 2020, tuvo que hacer frente a un tratamiento de cuatro horas diarias en las que estaba conectada a una máquina y durante el que se la ve visiblemente afectada. “Solo quiero ser feliz y normal. No quiero ser superfamosa”, relata. En la entrevista a Rolling Stone, la actriz ha revelado que lo más probable es que no pueda tener hijos por los medicamentos que ha estado tomando durante años para curar su enfermedad.
A pesar de las dificultades de su enfermedad, Gomez ha sacado tiempo durante estos años para mostrar su lado más humano. Uno de sus sueños, tal y como revela en la proyección, era el de crear una fundación o un colegio en el que haya un psicólogo para ayudar a los niños. Un año más tarde, en 2020, creó la Rare Impact Fund, con la que ha recaudado 100 millones de dólares para proporcionar ayuda psicológica a los más pequeños.
Siempre visibilizando sus problemas, la cantante lanza un último mensaje a quienes atraviesan la misma situación que ella: “Lo esencial es saber qué hay que hacer y reconocerlo. Es algo de lo que no me avergüenzo. No eres mala persona, no estás loca, solo hay que aprender a lidiar con ello”. Gomez sigue creciendo y acumulando proyectos: continúa con la exitosa serie de Disney+ Solo asesinatos en el edificio y ya ha anunciado que lanzará nuevo disco en 2023. Nada ni nadie para a la artista, solo ella misma cuando lo necesita.