/cloudfront-eu-central-1.images.arcpublishing.com/prisa/SONT6GIMGFGY5KTN3ENUKWZLKM.jpg)
La producción de aguacate en México ha sido puesta en jaque por la presentación de una queja en la comisión ambiental del T-MEC. A sólo 10 días del Super Bowl en Estados Unidos, evento al que los agricultores mexicanos envían más de 100.000 toneladas de aguacate, la comisión para observar el cumplimiento de las reglas ambientales dentro del tratado comercial recibió una queja de parte de un ciudadano mexicano que denuncia que la producción del fruto en Michoacán genera impactos ambientales que “encajan en la definición de ecocidio”.
La petición, enviada el pasado 2 de febrero a la Comisión para la Cooperación Ambiental, será revisada por el secretariado del organismo durante los siguientes 30 días para determinar si se puede elaborar o no un expediente que en un largo plazo podría provocar recomendaciones de Canadá y Estados Unidos en materia ambiental para México.
En el documento, publicado por la Comisión, el denunciante anónimo señala que la superficie dedicada a la producción de aguacate en Michoacán ha mostrado un crecimiento acelerado y ello ha sido “básicamente a costa de los terrenos forestales” del Estado. Detalla que tan sólo en 17 años, las hectáreas ocupadas para producir el fruto pasaron de 55.000 a 150.000, es decir, hubo una expansión del 172%. Además de la deforestación, acusa que la mayoría de los agricultores utiliza de manera excesiva químicos, fertilizantes y pesticidas que afectan los mantos freáticos y contaminan los ríos y arroyos de la región aguacatera. También alerta que las plantaciones de aguacate tienen un uso excesivo de agua de entre el 20% y el 140%, y que los productores del fruto construyen ilegalmente presas de agua para el riego de sus campos.
El ciudadano mexicano asegura que toda esta situación es conocida por las distintas instancias federales y estatales encargadas de cuidar y proteger el medio ambiente en Michoacán y en México, entre ellas las secretarías de Medio Ambiente y Agricultura, la Comisión Nacional Forestal y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente. Sin embargo, afirma que se están violando las leyes ambientales mexicanas y que por ello México incumple las reglas del capítulo 24 del tratado comercial con Estados Unidos y Canadá.
Dada a conocer por la Comisión para la Cooperación Ambiental el 3 de febrero, la petición es el primer paso en el proceso para determinar si es necesario abrir un expediente de hechos, mecanismo con el que se transparenta la información investigada por el incumplimiento de acuerdos ambientales del T-MEC.
Al plazo de los 30 días, si el secretariado determina que la petición cumple con los requisitos, entre ellos que el denunciante cuente con los documentos y la información necesarias para sostenerla, continuará durante otros 60 días el análisis del caso para recomendar o no la apertura de un expediente de hechos. A partir de ahí, el Gobierno denunciado tiene otros 60 días para emitir una respuesta. Con dicha información, el caso pasaría al consejo de la Comisión para que sea votado. De acuerdo con la página del mecanismo, el proceso toma 14 meses.
Desde que se firmó el T-MEC, el 30 de noviembre de 2018, se han presentado ante la comisión nueve peticiones en total, de las cuales tres ya fueron cerradas y ninguna ha llegado a ser expediente de hechos.
Por lo pronto, Michoacán ya se prepara para abastecer a Estados Unidos con aguacate el próximo domingo. El 17 de enero, la Asociación de Productores y Empacadores Exportadores de Aguacate de México (APEAM) y el gobernador, Alfredo Ramírez, dieron el banderazo de salida a los primeros cargamentos del fruto utilizado para hacer guacamole. Ante la inseguridad que acompaña en el camino a los envíos de aguacate, este año la policía estatal de Michoacán ha implementado un operativo para escoltar a los camioneros en el trayecto de 60 kilómetros, según reportó la agencia de noticias AP.
Suscríbase aquí a la newsletter de EL PAÍS México y reciba todas las claves informativas de la actualidad de este país
