Vallecas sueña con pasear la franja del Rayo por Europa | Deportes

“¡El año que viene, Rayo-Liverpool!”. Es el cántico de moda en Vallecas y resuena en la previa del partido de jugado el domingo ante el Sevilla. “Primero a ver si se mete el Liverpool…”, bromea Álvaro García, uno de los baluartes de un Rayo que se está codeando con miuras como Athletic, Betis o Villarreal por entrar en puestos europeos. “En el vestuario somos prudentes, pero es lógico que la gente se ilusione y sueñe. Ya es la segunda vuelta y no estamos ahí arriba por casualidad”, dice el extremo.

Pese a que los dos últimos empates (1-1) ante Getafe y Sevilla han moderado la euforia rayista, Vallecas está entregada a un equipo que, tras 22 jornadas de Liga, marcha sexto en la tabla con el sexto tope salarial más bajo. Este domingo tenían en frente a un Sevilla llamado a estar donde están ellos y al que su portero Bono salvó de salir derrotados del sudeste de Madrid.

El once inicial del Rayo frente al Sevilla posa con su afición de fondo en el estadio de Vallecas.
El once inicial del Rayo frente al Sevilla posa con su afición de fondo en el estadio de Vallecas.INMA FLORES

Al mando de la nave rayista está el entrenador más joven de primera. Andoni Iraola (Usurbil, Gipuzkoa, 40 años) logró el ascenso en 2021 y ocho de los once titulares ante el Sevilla formaban parte de aquella plantilla. Uno de ellos es Álvaro García, que pasó dos temporadas en segunda con los vallecanos antes de encontrar el mejor momento de su carrera a los 30 años. “La clave es el vestuario, nos conocemos perfectamente y con el mismo entrenador los nuevos se adaptan perfectamente”, explica.

David Cobeño, ex jugador rayista y director deportivo, destaca la importancia de este bloque. “Lo hablo con los futbolistas. Ellos son los mismos, pero al pasar varios años en la élite su confianza es distinta, los rivales les tienen más respeto y se nota. Son mejores que la pasada temporada y también peores que la próxima”, resume.

En el rayismo, la figura de Iraola se antoja clave en la buena marcha del equipo. Con una presión adelantada y un juego vertical, el Rayo es el sexto equipo de la Liga que más remata a portería (13,14 tiros por partido). Nacho del Molino, socio rayista, comentaba en la previa del choque que “conoce a mucha gente que sin ser del Rayo se pone los partidos del equipo para ver buen fútbol” y que “nunca defrauda” en ese aspecto.

El Rayo 2022/2023 iguala los mejores números de la historia del club a estas alturas de temporada. Suma 34 puntos en 22 jornadas, los mismos que en la temporada 2012/2013, donde con Paco Jémez en el banquillo, firmaron su mejor posición histórica (octavo con 53 puntos). También sumaban 34 puntos a estas alturas de la pasada temporada, donde durante la primera vuelta llegaron a tocar puestos Champions. Pero el bajón fue considerable en la segunda vuelta y solo fueron capaces de sumar ocho puntos más para alcanzar los 42 y acabar duodécimos. El temor de que se repita la historia lo tiene presente el propio Iraola, que no obstante, señalaba en rueda de prensa que este año veía “un equipo más equilibrado en sus resultados”.

Para este tramo de la temporada han incorporado a Raúl De Tomás, que despuntó en su primera etapa en el Rayo e hizo 17 goles con el Espanyol el último curso, lo que le supuso la llamada de la selección española. El culebrón veraniego de su salida del club catalán tuvo el peor desenlace posible: su vuelta al Rayo se fraguó fuera de tiempo y el jugador ha estado entrenando sin poder jugar durante cuatro meses. Compañeros, directivos y afición cruzan los dedos para que R.D.T. recupere su mejor versión y le dé un extra de calidad a la delantera del Rayo, que ya contaba con un joven prometedor como Sergio Camello y un veterano como Radamel Falcao.

La afluencia al estadio de Vallecas (con una capacidad para casi 15.000 espectadores) ha crecido respecto a la temporada pasada: de un 57,2% de aforo medio se ha pasado a un 82,9%, según Transfermarkt. Antonio Castilla, presidente de la Federación de Peñas del Rayo, disfruta con el gran momento deportivo de un club que es “emblema de su barrio” y convive en la capital con dos gigantes como Real Madrid y Atlético. “Ha habido importantes desplazamientos (a Getafe o Valladolid) y se están enganchando los más jóvenes, pese a que la directiva ha quitado el abono de niño”, expone.

El presidente del Rayo, Raúl Martín Presa, pidió ayuda públicamente a Isabel Díaz Ayuso y a José Luis Martínez Almeida para la ampliación de un estadio de Vallecas, que a su juicio “se ha quedado pequeño”. También pequeña es la estructura del club, formada por muy pocos trabajadores. “Somos pocos, pero todos amamos la franja. Si seguimos en primera más años se irá ampliando el organigrama”, afirma el director deportivo Cobeño.

Dos aficionados del Rayo celebran el gol de Florian Lejeune, que supuso el empate (1-1) ante el Sevilla.
Dos aficionados del Rayo celebran el gol de Florian Lejeune, que supuso el empate (1-1) ante el Sevilla.INMA FLORES

El Rayo es un club especial por muchas cosas, pero una de las más llamativas es que en torno a él cohabitan un amplio sector de la afición, muy de izquierdas y de espíritu obrero, con un presidente que invitó al palco a dirigentes de Vox cuando los aficionados aún no podían acceder a los estadios por la pandemia. La convivencia no es sencilla y desde las peñas no le dan ningún mérito a Presa de la buena situación deportiva. “Sus decisiones varían en función del día y la hora”, señala Antonio Castilla.

Eso sí, cuando rueda el balón, los desencuentros con el consejo de administración se olvidan y se impone la ilusión. El gran reto de los de Iraola es mantener el ritmo. “Gestionar la euforia es fácil porque somos un club humilde”, apunta Cobeño, al que se le dibuja una sonrisa al hablar de pasear la franja por los campos de Europa.

Una única participación europea

La única vez que el Rayo Vallecano participó en competiciones europeas fue en la temporada 2000/2001. Los madrileños terminaron novenos el curso anterior, pero fueron invitados a la Copa de la UEFA por ser uno de los equipos con menos amonestaciones de Europa. Alcanzaron los cuartos de final, donde fueron eliminados por el Alavés, que sería subcampeón tras la recordada final de los vitorianos ante el Liverpool.

En la temporada 2013/2014, tras hacer la mejor campaña de su historia, los vallecanos también debían haber disputado la Europa League, ya que quedaron octavos y el Málaga estaba sancionado, pero el club estaba en concurso de acreedores y la UEFA no les concedió la licencia para jugar. Precisamente fue el Sevilla, su último rival, el que disputó el torneo y acabó alzando el título tras superar al Benfica en la final.

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