El caso de la concejala de Maracena (Granada, 22.000 habitantes) retenida en su propio vehículo durante horas y amenazada con una pistola por la pareja de la alcaldesa de dicho municipio ha incorporado nuevos datos que apuntan a disputas políticas como posible móvil. La edil Vanessa Romero contó a los investigadores del caso su creencia de que su secuestro está relacionado con unos documentos que obran en su poder, que supuestamente reflejan irregularidades en la gestión política de la alcaldesa, según explican fuentes cercanas al caso. La Guardia Civil tiene ya esos papeles y está analizando su contenido. Los investigadores también tienen el arma con la que el detenido supuestamente encañonó a la víctima, que ha resultado ser una pistola falsa. La Guardia Civil ha informado este jueves de que va a ampliar la detención de Pedro Gómez, de 44 años, hasta el máximo legal de 72 horas. Su puesta a disposición judicial está prevista para el viernes a media tarde.
El marido de la concejala retenida ha asegurado que su esposa tenía una relación política problemática con la alcaldesa socialista, Berta Linares, y que, en lo personal, se limitaban a saludarse, según ha publicado el diario Granada Hoy. La edil Romero forma parte del equipo de gobierno y está a cargo desde el pasado junio de una concejalía de nueva creación, Maracena 2030. Romero había sido concejal de Urbanismo desde las elecciones municipales de 2019 hasta la llegada de Linares a la alcaldía, en 2022.
El marido de Romero ha declarado al diario granadino que cree que, a pesar de la existencia de esos documentos sobre la gestión municipal, su esposa no iba a presentar ninguna denuncia. También ha asegurado que la alcaldesa y secretaria general del PSOE local no iba a contar con ella para las listas de las próximas elecciones municipales, en mayo de este año.
El arrestado por este suceso era pareja de la alcaldesa Berta Linares “desde hace año y medio o dos”, según contó la propia alcaldesa en una comparecencia ante los medios, en la que dio la relación por terminada y mostró todo su apoyo a su concejala. Según Linares, residía la mayor parte del tiempo en Málaga, donde tiene un negocio de venta de globos infantiles. Linares consideró que su ahora expareja no sabía nada de lo que ocurría en el Ayuntamiento. La regidora explicó que el arrestado recibía tratamiento “psicológico y psiquiátrico” por una depresión, y que nunca percibió en él un perfil violento.
En esa comparecencia, la alcaldesa se mostró segura de que este suceso se utilizaría de forma política contra ella. “Pero eso ahora no me preocupa”, añadió. En cuanto comenzaron a circular informaciones de que había documentos que podían comprometer la actuación del Gobierno municipal, el PP de Maracena anunció que pedirá la comparecencia de la alcaldesa en un pleno extraordinario para disipar “cualquier duda sobre un presunto móvil de denuncia de corrupción en el Consistorio”. Por su parte, el PP provincial ha exigido “la creación urgente de una comisión de investigación que aclare la gestión municipal del Ayuntamiento de Maracena”. También ha pedido a la alcaldesa que aclare “qué expedientes municipales están en posesión de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y a qué áreas del Gobierno local de Maracena pertenecen”.
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Pedro Gómez fue arrestado a las cinco de la tarde del martes en una zona céntrica de Maracena, tras una búsqueda de cuatro o cinco horas de las fuerzas de seguridad. Por la mañana, supuestamente se hizo el encontradizo con la concejal en el colegio al que había llevado a sus hijos ―en la localidad de Atarfe, limítrofe a Maracena, en una zona fuera del casco urbano― y le pidió que lo llevara a una gasolinera cercana. Ya en el camino, le amenazó con una pistola y la embridó de pies y manos para meterla en el maletero, según la reconstrucción de lo ocurrido a partir de las declaraciones de testigos y fuentes de la investigación. De allí fueron a Armilla, a 15 minutos, en el vehículo de ella, donde aparcó el coche en el interior de un local que tenía alquilado desde hacía algún tiempo y la dejó metida en el maletero.
El ahora arrestado se marchó de Armilla ―fuentes de la investigación dicen que cogió el metro con naturalidad y se volvió a Maracena— mientras que la concejal salió del maletero echando abajo los asientos del vehículo. Una vez fuera, con su móvil, llamó a su hermano que avisó a las fuerzas de seguridad. La edil logró salir del garaje y con ayuda de algunas personas se quitó las bridas antes de que llegara la Policía Local. Finalmente, la Guardia Civil la trasladó a un centro hospitalario donde estuvo desde la una del mediodía hasta que recibió el alta a las cuatro de la tarde. Posteriormente, estuvo declarando hasta primeras horas de la noche. En esa declaración, comentó a los investigadores sus sospechas de que los documentos podrían estar detrás de la agresión.
