Varios muertos y al menos nueve heridos en un tiroteo en un centro comercial en Texas | Internacional

Varias personas han muerto y al menos nueve han quedado heridas en el tiroteo perpetrado este sábado en un concurrido centro comercial de Allen, una localidad de 105.000 habitantes en las afueras de Dallas (Texas, EEUU), según ha informado la Policía local. La emisora de televisión local WFAA ha asegurado que entre las víctimas de los balazos hay niños. Un hospital ha confirmado el ingreso de un menor de cinco años, según la agencia AP. El sospechoso de los disparos ha muerto, ha confirmado el departamento de policía de Allen en una rueda de prensa.

El tiroteo comenzó en el centro comercial Allen Premium Outlets en torno a las 15.40 horas locales, en momentos en los que el complejo de tiendas se encontraba muy concurrido, especialmente por familias que habían salido de compras en un sábado por la tarde. El ruido de los disparos hizo que cientos de personas echaran a correr presas del pánico para abandonar el lugar.

“Es una tragedia. La gente va a necesitar respuestas”, ha declarado el jefe de la Policía de Allen, Brian Harvey, en una rueda de prensa. “Lamentamos que estas familias tengan que afrontar esa pérdida”. Harvey ha confirmado que el incidente ha dejado víctimas mortales, pero no ha podido precisar un número. Por su parte, el jefe de bomberos de la zona, Jonathan Boyd, ha indicado que al menos nueve personas fueron trasladados a hospitales en ambulancia. También ha advertido que el número de heridos puede ser mayor y que otras personas alcanzadas por las balas llegaron al hospital transportadas en vehículos privados.

La tragedia pudo ser aún mayor. Un agente de la policía se encontraba en la zona respondiendo a otro aviso cuando oyó los disparos que procedían del centro comercial. “Fue hacia donde se oían los balazos, se enfrentó al sospechoso y neutralizó al sospechoso”, ha indicado Harvey.

El administrador de operaciones Joshua Barnwell declaró a la emisora de televisión Fox 4 Dallas que había oído al menos treinta disparos y pudo ver unos 60 casquillos de bala en el sitio del incidente. Las imágenes que emite el canal WFAA muestran el centro comercial rodeado por vehículos de la policía.

Fontayne Payton, de 35 años, se encontraba en un establecimiento de ropa cuando oyó el sonido de los disparos pese a los auriculares que llevaba en ese momento, según declaró a la agencia Associated Press. “Fue tan ruidoso, sonaba como si fuera justo fuera”. Los dependientes de la tienda agruparon a los clientes presentes en los probadores y en un almacén cerrado con llave. Cuando finalmente recibieron la autorización para salir, Payton vio el cristal del escaparate roto y un surco de sangre. En los alrededores, ropa ensangrentada y sandalias tiradas por los suelos. En el exterior del centro comercial vio cuerpos.

“Rezo para que no fueran niños, pero parecían niños”, ha declarado el testigo. Los cuerpos que vio de las víctimas estaban en el suelo sobre bolsas y cubiertos con toallas blancas. Asume que otro cadáver apartado de los demás y que no estaba cubierto, un varón vestido con ropa negra, era el del sospechoso.

El gobernador de Texas, Gregg Abbott, ha condenado la “tragedia indescriptible” en un comunicado en el que asegura: “Nuestros corazones están con la gente de Allen”. Abbott ha prometido toda la ayuda necesaria para la investigación.

El tiroteo de este sábado en Texas es el más reciente en una larga lista, que se hace más extensa casi a diario, de tiroteos masivos en Estados Unidos en lo que va de año. Según la ONG Gun Violence Archive, que contabiliza los ataques con armas de fuego que dejan al menos cuatro víctimas sin contar al autor de los disparos, se han producido 198 de este tipo de sucesos en todo el territorio estadounidense desde enero y hasta este sábado.

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