Las bochornosas declaraciones de José María Saiz sobre Irene Montero, en la que la degradaba asegurando en tono soez que había conseguido su cargo de ministra por mantener relaciones sexuales con el exvicepresidente Pablo Iglesias, no son la primera polémica que rodea a este alcalde popular de Villar de Cañas (Cuenca). El PP abrió este jueves, horas después de difundirse el vídeo con las manifestaciones de su regidor, un expediente informativo. Este viernes, el vicesecretario de Institucional del partido, Esteban González Pons, ha asegurado que Saiz “será sancionado”.
La mayoría hasta la fecha habían girado sobre el mismo asunto: el fallido proyecto de Almacén Temporal Centralizado (ATC) de residuos nucleares para ubicarlo en el pequeño municipio, de 385 habitantes, que proyectó el Gobierno de Mariano Rajoy en La Moncloa y avaló el Ejecutivo regional de su entonces número dos en el partido, María Dolores de Cospedal.
Tras el cambio de color político del Gobierno regional, ya con el socialista Emiliano García-Page en la presidencia, y cuando ya se vislumbraba que el pueblo no tendría basurero nuclear, Saiz aseguró de Page: “Este hombre no está bien de la cabeza”. De él y “todos sus consejeros” aseguró que “se fuman una alpaca de marihuana cada uno”. Era 2005, y la Junta de Castilla-La Mancha acababa de rechazar el Plan de Ordenación Municipal de Villar de Cañas, ligado al proyecto del ATC. El proyecto de basurero nuclear empezaba a hacer aguas. Cuando se conoció la decisión del Gobierno de no autorizar el plan de ordenación, Saiz acusó al gobierno de García-Page de tener “mala leche” y de querer llevar a la ruina a una veintena de municipios. Pero a la crítica se añadieron, de nuevo, referencias personales: del presidente castellanomanchego dijo que era “malo como él solo, tonto como él solo e inútil como él solo”. La justicia, tres años más tarde, acabaría dando la razón al Gobierno regional y avaló la decisión de anular el plan urbanístico.
Los focos de Saiz, que acumula siete mandatos al frente de este consistorio conquense, el último con seis de los siete concejales con que cuenta en manos del PP, casi siempre han estado puestos en el presidente castellanomanchego, de quien insinuó hace unas semanas que “no sabe ni donde está Cuenca”. Llegó a amenazarlo con presentar una denuncia por prevaricación cuando el Tribunal Supremo anuló un decreto de la Junta de Castilla-La Mancha que buscaba impedir la instalación del basurero nuclear, aunque finalmente no llegó a presentarse.
No solo García-Page ha sido objeto de su poco afortunada lengua. De la que en 2015 era consejera de Fomento de Castilla-La Mancha, Elena de la Cruz —fallecida en 2017—, llegó a asegurar que “no tiene no puta idea de lo que dice”. Unas declaraciones que también se produjeron en el contexto de la negativa del gobierno de Castilla-La Mancha de permitir ese almacén nuclear, que estaba llamado a ser un revulsivo económico para el municipio pese a las dudas de los informes técnicos.
Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete
Los movimientos ecologistas —contrarios al ATC— también han estado en el punto de mira de Saiz. Hace 11 años, durante un acto de Enresa, la Empresa Nacional de Residuos Radioactivos que pretendía construir el almacén nuclear en este pueblo, Saiz les espetó sobre el basurero: “Os lo metéis en los cojones”. “Sí que se lo dije porque me tienen harto. Ofrecían ajos y queso podrido y decían que era lo que iba a dar el pueblo”, aseguró a EL PAÍS en ese momento en una entrevista telefónica. Saiz admitía también que no debió decirlo, pero añadía: “Me tienen negro y a veces te condenas”.
Un año más tarde, en 2013, impidió a un grupo de ecologistas grabar un pleno que se celebraba en Villar de Cañas y donde se iba a hablar del proyecto de ATC. Ya en 2015, en una entrevista en Trece TV aseguraba: “Yo soy más ecologista que los ecologistas, yo vivo en un pueblo… Y una ATC no tiene ningún peligro, está demostrado”. Y concluía: “Los ecologistas van como vaca sin cencerro”.
Suscríbete para seguir leyendo
Lee sin límites