Violaciones, latigazos y una red sexual de explotación: la nueva demanda en EE UU contra Sergio Andrade y Gloria Trevi | Gente y Estilo de vida

La diva mexicana del pop Gloria Trevi afronta una nueva demanda civil por abuso de menores en Estados Unidos junto al que fuera su pareja, el productor Sergio Andrade, y a una coreógrafa. Estas acusaciones no son nuevas, un juez mexicano absolvió en 2004 a Trevi sin cargos por los mismos señalamientos y condenó a Andrade a prisión por el delito de violación y abuso infantil. La nueva demanda fue presentada el pasado 31 de diciembre gracias a la moratoria de tres años que concedió el Estado de California para que personas que hayan sido víctimas de abuso sexual puedan presentar demandas a pesar de que penalmente sus casos ya hayan prescrito. En este caso las denunciantes señalan que gran parte de los abusos que enfrentaron sucedieron en suelo estadounidense.

La corte del distrito de Los Ángeles ha revivido las acusaciones de que el productor y la cantante reclutaron a niñas y adolescentes para formar parte de una red de abuso sexual. El expediente, al que ha tenido acceso EL PAÍS, señala al productor de violar a las chicas y a la cantante y a una coreógrafa de actuar como cómplices y ser el gancho para reclutarlas.

La denuncia, que fue dada a conocer el pasado miércoles por la revista Rolling Stone, fue presentada el pasado 31 de diciembre. Aunque en ella no se hace referencia específicamente a la artista, al productor o a la coreógrafa por sus nombres, sin embargo, no hay duda de que se trata de ellos por los detalles sobre los discos que grabaron y los conciertos que Trevi dió entre 1991 y 1993 en Estados Unidos. “Una de los perpetradores es una famosa estrella del pop y una de las artistas femeninas mejor remuneradas de América Latina”, señala el documento sobre Trevi. A Andrade lo describe como uno de los productores musicales “más exitosos” de México que adquirió riqueza y poder “como resultado de su carrera lo que le otorgó poder e influencia sobre las menores”, agrega el documento. Por último, también habla de la coreógrafa como “bailarina y asistente que trabajó para los otros demandados y les apoyó en sus esfuerzos para adquirir riqueza, estatus y poder”.

En la demanda, las denunciantes, dos mujeres identificadas como Jane Does (el nombre genérico para proteger sus identidades en Estados Unidos), aseguran que la cantante se acercó a ellas cuando tenían 13 y 15 años y las atrajo para que se unieran al programa de capacitación musical que lideraba Andrade. La supuesta academia de canto y baile que en realidad funcionaba como tapadera para explotar a las chicas, entre ellas la propia Gloria Trevi. Las menores eran reclutadas con promesas de convertirse en la próxima estrella del pop, pero una vez dentro, eran violadas, golpeadas, maltratadas psicológicamente y aisladas de sus familias. Algunas de ellas permanecieron así más de una década y tuvieron hijos con el productor.

Jane Doe 1 tenía 15 años cuando acudió con su madre y sus hermanas a un evento en la Ciudad de México para conocer a Gloria Trevi. La denunciante recuerda, y siempre según su versión, que un grupo de fans bailaban y cantaban las canciones de su estrella favorita a la puerta de las oficinas de Andrade, cuando la propia Trevi en persona, de 23 años, se acercó a hablar con ellas: “Dijo que estaban buscando bailarinas e invitó a Jane Doe 1 a las oficinas de Andrade”, describe la demanda. En ese despacho conoció por primera vez al productor.

Después de aquel encuentro, la chica entró en la academia. La mujer cuenta que los primeros meses transcurrieron tranquilos, pero un día, Gloria Trevi le dijo que Andrade estaba muy enojado con ella porque había descubierto que tenía una amistad con uno de los músicos de la banda y quería echarla. “La demandada le dijo a Jane Doe 1 cosas como ‘No quiero que te vayas, tienes que ir a hablar con él, haz lo que sea necesario, lo que sea que te pida, por favor hazlo, porque quiero que te quedes. Si te vas perderás esta oportunidad”, apunta el documento. Después de aquella conversación, la chica fue a hablar con el productor. Aquella fue la primera vez que Andrade abusó de ella. Tenía 16 años y él 36.

Lo que muchos no supieron durante años, o si lo supieron, miraron para otro lado, fue que cuando las luces y la música se apagaban, las chicas quedaban bajo las garras del productor. Sergio Andrade convirtió la vida de aquellas mujeres en un infierno. La mayoría de ellas tenían entre 12 y 17 años. “Golpeaba a Jane Doe 1 y otras jóvenes bailarinas con cables eléctricos hasta que les sangraba la espalda”, puede leerse en el expediente. De acuerdo a la demanda, algunos abusos ocurrieron en Ciudad de México, mientras que otros pasaron en California, durante las giras que la cantante tuvo en el país vecino. A principios de 1990, Trevi había amasado una gran fama internacional y Andrade un gran poder en el mundo del espectáculo.

Jane Doe 2 conoció a Andrade y a Trevi unos años antes, en 1989, tenía 13 años, y como el resto de víctimas, muchas ganas de triunfar en el mundo de la música. La mujer cuenta en su relato que acudió a un casting donde cantó y bailó; en la segunda parte de la prueba le pidieron que se desnudara. Meses más tarde, cuando entró en la academia Trevi empezó a decirle que Andrade estaba enamorado de ella. “Los actos para hacerse amiga de la demandante Jane Doe 2 fueron prepararla para realizar actos sexuales con el demandado″, dice el documento y menciona por ejemplo que le decían que ella podría ser la chica que haría que Andrade “se enamorara y le hiciera creer en el amor nuevamente”. La primera violación se produjo antes de que la chica cumpliera 14 años. Él tenía 34 años. El relato prosigue diciendo que el productor cada vez se volvió más controlador y prohibió a la chica socializar con familiares y amigos. La denuncia también señala que pese a que las chicas trabajaban para el productor, nunca recibieron ningún pago, por lo que tampoco tenían dinero para poder escapar de aquel encierro.

Han pasado casi 20 años, pero las mujeres afirman que siguen sufriendo “angustia emocional sustancial, ansiedad, nerviosismo, ira y miedo”, y cada una tiene “problemas con su vidas personales, como problemas de confianza y control”.

A mediados de los noventa, una avalancha de acusaciones de violación y abusos por parte de aquellas mujeres hizo que estallara el escándalo. Andrade fue retratado como un violento pedófilo en serie y Trevi como su cómplice. Una de las denunciantes se mantuvo con el grupo hasta que fueron detenidos, mientras que la otra logró escapar en 1992. Andrade y Trevi fueron arrestados en Brasil en enero de 2000 después de una persecución internacional. “[Trevi y Andrade] usaron su papel, estatus y poder como una estrella pop mexicana conocida y exitosa y un productor famoso para obtener acceso, preparar, manipular y explotar [a las víctimas] y forzar el contacto sexual con ellas durante un curso de años”, alega la nueva demanda civil.

Gloria Trevi aseguró que las acusaciones en su contra son “falsas” y agregó que ya “fue absuelta” en México. “Fueron acusaciones falsas entonces y siguen siendo acusaciones falsas ahora, ya una corte en México examinó minuciosamente durante un proceso de casi cinco años todas las evidencias y resolvió a mi favor porque tengo la verdad de mi lado”, expresó la artista en un comunicado. La artista permaneció cuatro años encerrada en una prisión de Chihuahua hasta que, en 2004, un juez determinó que no existían pruebas suficientes para respaldar las acusaciones de violación, secuestro y corrupción de menores presentadas en su contra, por lo que fue liberada sin cargos. Andrade sí fue condenado por violación, secuestro y corrupción de menores, y pasó casi siete años entre rejas. Con la legislación vigente, las penas por esos delitos rondarían actualmente los 40 años de cárcel. Cuando se produjo la detención, la trata todavía no estaba regulada en México.

La cantante mexicana Gloria Trevi, en 2019.
La cantante mexicana Gloria Trevi, en 2019.Getty Images

En una entrevista con EL PAÍS en 2018, Trevi se reconocía también como una víctima más de Andrade y aseguraba que no guarda rencor contra las personas que la acusaron. “No tengo coraje con las chicas que dijeron cosas de mí porque sé que ellas han sufrido. Yo las vi sufrir y sabía que ellas tenían una presión muy grande por parte de los medios de comunicación, de su familia, de la sociedad”, señaló. La artista ha relanzado su carrera en los últimos años y se ha situado como una de las artistas más famosas en México y Latinoamérica, con giras por varios países.

Después de una difícil vuelta a los escenarios, parecía que Trevi había dejado atrás aquel infierno, pero su pasado ha vuelto para ponerla otra vez en el centro de la polémica. Más de una década después de salir de prisión, durante la entrega de los Latin American Music Awards de 2018, Trevi se defendió con firmeza de lo que sucedido: “Mi abusador, hoy por hoy, está libre. No solo me hizo daño a mí, sino a muchas otras jóvenes y probablemente lo siga haciendo”, dijo. “[Yo] tenía 15 años cuando empecé a vivir con manipulaciones, golpes, gritos, abusos, castigos. Y fueron 17 años de humillaciones”, dijo ante miles de espectadores sobre los años que vivió junto a Andrade.

“He tardado mucho en hablar porque yo no quería levantarme dando lástima. Yo quería levantarme por mi trabajo. Sin embargo, sí sentí ese compromiso de denunciar e inspirar a mujeres y hombres que estén pasando por una situación de abuso para decir basta, ya no más”, afirmaba en otra entrevista con este periódico en 2019.

Al ser una demanda civil, lo más probable es que las denunciantes exijan una reparación del daño, que en casi todos los casos suele ser una compensación económica. La demanda llega de forma paralela después de que Trevi ganara otra etapa en los tribunales en la batalla legal que tiene abierta contra Televisión Azteca y la conductora Paty Chapoy. Denunciados por presunta difamación, la cadena y la presentadora tendrán que acudir a declarar ante la corte en Estados Unidos.

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