Nuestras vidas son los ríos que van a dar en la mar, que es el biopic. Este podría ser el lema de Miguel Bosé, Nacho Vidal y Bárbara Rey, por citar los tres últimos nombres que acaban de llevar sus vidas a la ficción televisiva en España. Se acaban de estrenar Bosé (SkyShowtime) y Nacho (Atresplayer Premium), y acaba de terminar su emisión Cristo y Rey (Atresplayer Premium).
Por supuesto, el fenómeno de la biografía televisiva no es nuevo, ni poco trabajado en España, ahí tenemos toda la colección de tvmovies y miniseries biográficas que se produjeron a principios de la década pasada, aluvión que amainó, entre otras cuestiones, por asuntos legales (véase el juicio que le ganó Isabel Pantoja a Mediaset por Mi gitana). Al mismo tiempo, viene respaldado por un repunte internacional. Podemos leer Bosé en la estela de Luis Miguel (Netflix) y Nacho en la de Pam y Tommy (Disney+), aunque no exista relación directa causa-efecto entre las nuestras y las extranjeras.
Las aguas de las biografías cinematográficas y televisivas son procelosas y tienen de todo, como en botica. Hemos disfrutado de tres excelentes temporadas American Crime Story que han llevado al género, tradicionalmente infravalorado, a otro nivel, porque no solo han contado a sus protagonistas, sino también el entorno que los alumbró. Hay que celebrar que ciertos personajes hayan comprendido que mostrar sus sombras no solo es más rentable, sino que da lugar a mejores historias. Al mismo tiempo y por hacerme un Carrie Bradshaw, no puedo evitar preguntarme por qué es más fácil mostrar a Bárbara Rey en la cama con el rey Juan Carlos, como ocurre en Cristo y Rey, que producir una ficción equivalente a Salvar al rey (HBO Max). Me respondo sola. Cuánto queda por contar. Solo falta que nos dejen.
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