Von der Leyen demanda reglas éticas comunes para las instituciones europeas tras el escándalo de los sobornos en la Eurocámara | Internacional

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha reconocido este lunes que las sospechas de corrupción sobre varios eurodiputados y miembros de la Eurocámara, incluida la vicepresidenta Eva Kaili, acusados de haber presuntamente aceptado sobornos de Qatar, son “muy graves” y requieren una respuesta contundente para no minar la “confianza” ciudadana en el proyecto europeo. Y esa respuesta pasa, según la jefa del Ejecutivo europeo, por la creación de un organismo independiente ético común para todas las instituciones de la UE que establezca unas normas “claras y fuertes” de integridad y transparencia para todos.

“Necesitamos un organismo ético independiente que cubra a todas las instituciones de la UE y que sea establecido con los más altos estándares para todas las instituciones, no solo para el Consejo y Parlamento Europeo, pero también para el Tribunal Europeo de Justicia o el Colegio de Auditores, todas las instituciones”, ha dicho Von der Leyen en rueda de prensa en Bruselas. “Es una cuestión de transparencia y de reglas muy claras y todas las instituciones europeas deberían someterse a las mismas normas que pongamos”, ha insistido la jefa del Ejecutivo europeo, que ha recordado que la Comisión cuenta ya con un mecanismo ético propio y que, en marzo, propuso formalmente al Consejo y el Parlamento que se trabajara en una instancia común de este tipo. “Espero que ahora aceleremos este proceso”, ha manifestado.

“Preocupación máxima”

Lo que está pasando en el Parlamento Europeo es de una “preocupación máxima”, ha reconocido la jefa del Ejecutivo europeo en su primera comparecencia pública desde que, el viernes, estallara el escándalo de presuntos sobornos de Qatar que tiene ya en prisión a varios altos responsables de la Eurocámara, entre ellos la vicepresidenta griega Kaili, imputada formalmente el domingo por un juez belga por corrupción, blanqueo de dinero y pertenencia a una organización criminal. De ahí que dar una respuesta rápida sea fundamental, puesto que está en juego la reputación de todas las instituciones: es una “cuestión de confianza de la gente en nuestras instituciones y esta confianza en las instituciones necesita los estándares más altos de independencia e integridad”, ha insistido Von der Leyen.

También el Alto Representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell, ha calificado este lunes de “muy preocupantes” las noticias sobre el presunto soborno de Qatar que afecta a una institución, el Parlamento Europeo, que él presidió entre 2004 y 2007. Según ha asegurado en declaraciones previas a la reunión de ministros de Exteriores de la UE, ni el Servicio de Acción Exterior que dirige ahora, ni las embajadas de la UE en el extranjero están salpicadas por este escándalo. “No estamos afectados”, ha asegurado, según destaca Europa Press.

Sospechas sobre el vicepresidente de la Comisión

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Además de las sombras sobre el Parlamento Europeo —que este lunes comienza su último plenario del año en Estrasburgo con la agenda trastocada por el ya llamado Qatargate— las miradas se han ido extendiendo durante el fin de semana a responsables de todas las instituciones, incluidos comisarios cuyas declaraciones y tuits sobre Qatar en el pasado han sido escrupulosamente analizados. La copresidenta del grupo La Izquierda en la Eurocámara, Manon Aubry, ha llamado a investigar los vínculos, entre otros, del vicepresidente de la Comisión, Margaritis Schinas. El comisario griego “ha multiplicado los encuentros y elogios al emirato” catarí, lanzó Aubry el domingo en sus redes sociales.

Von der Leyen ha provocado este lunes las protestas de los periodistas al no responder directamente a una pregunta sobre Schinas que se le había formulado. Tras un inusual tumulto en la sala de prensa, la jefa del Ejecutivo europeo ha asegurado, sin citar al comisario griego por su nombre, que su equipo está “comprobando cada detalle del registro de transparencia” de la Comisión en el que se recogen todas las reuniones de los miembros del Ejecutivo europeo en general y, también, con “representantes de intereses”, es decir, con los lobbies que pueblan Bruselas. “Tenemos reglas muy claras para todos los comisarios. Estamos mirándolo con la vista puesta en lo que ha pasado en el Parlamento Europeo y tenemos que comprobar la situación”, ha asegurado.

Mientras la Comisión mira sus registros, el Parlamento Europeo se prepara para una de sus sesiones más convulsas en Estrasburgo. Se espera que a lo largo de la semana se concluya el proceso para destituir formalmente a la vicepresidenta Kaili, para lo cual la Conferencia de Presidentes ha adelantado al martes su reunión, en la que se prevé que proponga poner fin al mandato de la griega, extremo que debería votar el hemiciclo esta misma semana. Las autoridades belgas, por su parte, deberán solicitar al Parlamento Europeo el levantamiento de la inmunidad de la todavía eurodiputada para poder continuar con el proceso judicial en su contra. No es el único revés de la griega: este mismo lunes, en Atenas, la Autoridad de Lucha contra el Blanqueo de Capitales griega ha anunciado la congelación de las cuentas bancarias y otros activos financieros de Kaili, antigua presentadora de televisión griega.

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