Meta (grupo propietario de Facebook, Instagram y WhatsApp) ha anunciado este miércoles que suprimirá 11.000 empleos, el 13% de su plantilla, en la primera gran ronda de despido masivos en los 18 años de historia de la compañía. La medida, que ha sido comunicada por Mark Zuckerberg en un mensaje a los trabajadores, afectará a todas las unidades de negocio del grupo, que se ha visto muy afectado por el descenso de los ingresos por publicidad y la caída del valor en Bolsa (más del 70% desde enero). “Quiero asumir la responsabilidad de estas decisiones y de cómo hemos llegamos aquí”, ha reconocido el presidente de Meta.
Zuckerberg reconoce que se equivocó al dar por hecho que el crecimiento del negocio continuaría al ritmo alcanzado durante la pandemia, dos años en los que las grandes tecnológicas subieron sus ingresos como la espuma: “Al comienzo del covid, el aumento del comercio electrónico condujo a un crecimiento descomunal de los ingresos. Mucha gente predijo que esta aceleración permanente continuaría incluso después de que terminara la pandemia. Yo también lo hice, así que tomé la decisión de aumentar significativamente nuestras inversiones. Desafortunadamente, esto no salió como esperaba”. No solo el comercio electrónico ha vuelto a niveles anteriores a la pandemia, sino que “la recesión macroeconómica, el aumento de la competencia y la caída de los anuncios” han hecho que los ingresos de Meta sean mucho más bajos de lo que esperaba. “Me equivoqué y asumo la responsabilidad por ello”, ha admitido.
Los recortes, que llegan días después del mayor recorte de personal sufrido por Twitter, también afectarán al espacio de trabajo y algunos empleados tendrán que compartir mesa. Además, no habrá contrataciones hasta al menos pasado el primer trimestre de 2023. El bum de la pandemia que impulsó a las empresas tecnológicas y sus valoraciones se ha convertido en un fracaso este año debido, en parte, al rápido aumento de las tasas de interés.
Los resultados de la empresa ya habían hecho saltar todas las alarmas a finales de octubre. El beneficio del grupo se contrajo un 52% en el tercer trimestre de 2022, hasta 4.395 millones de dólares. Estos números suponían la segunda caída trimestral de los ingresos de su historia. Si bien la facturación ascendió a 27.714, un 4% menos que en el mismo periodo del año anterior, las cuentas provocaron un desplome bursátil, desencadenando la pérdida de la cuarta parte de su valor en Bolsa, al caer un 24,56%. Y eso supuso perder en un solo día unos 89.000 millones de dólares.
Los esfuerzos de inversión están centrados en el metaverso, ese mundo virtual que Zuckerberg considera que va a protagonizar el futuro de internet. El año pasado anunció el cambio de nombre de Facebook, que empezó a llamarte Meta para reforzar el mensaje de que esta división en prioritaria, y anunció inversiones por 11.000 millones en 2022. De momento, es una inversión a fondo perdido: se han vendido unos 15 millones de gafas Quest 2 y Beat Saber, el videojuego de más éxito de la plataforma, ha cosechado 100 millones de dólares. Cifras poco significativas todavía frente a las decenas de miles de millones dedicados al proyecto y que se han traducido en críticas a la empresa por dedicar tantos recursos al metaverso mientras los ingresos daban ya hace meses síntomas de debilidad.
En el mensaje de este miércoles, Zuckerberg renueva su apuesta por el metaverso. “Vamos a concentrar nuestros recursos en un número más reducido de áreas prioritarias de crecimiento”, en las que incluye la inteligencia artificial, la publicidad y las plataformas para negocios, y su “visión a largo plazo” para el metaverso. Así, Meta recortará gastos recurriendo a reducción de los presupuestos, de los beneficios laborales y sus costes en oficinas, además de los despidos.
La empresa ofrece a los despedidos, que recibirán a lo largo del día un correo con la información tanto en Estados Unidos como en el resto del mundo, una indemnización equivalente a 16 semanas de salario, más dos semanas adicionales por cada año en plantilla, sin topes. También pagará las vacaciones pendientes y costeará seis meses de seguro médico a los empleados y sus familias, entre otras medidas.
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